'Se venden' joyas del patrimonio
Fábricas de remolacha, almunias del siglo XIII, molinos... se ofrecen por cifras cercanas a los 10 millones
Jorge Pastor
Lunes, 21 de noviembre 2016, 01:45
Se trata de otro mercado inmobiliario. Al alcance de unos pocos. De inversores. De los que tienen mucho dinero. De emprendedores que ven en el ... patrimonio una buena oportunidad de negocio. Y la provincia tiene mucho y bueno que ofrecer. Desde una antigua fábrica de remolacha hasta una de las últimas almunias árabes que aún se mantiene en pie. Viejos inmuebles, en algunos casos con nueve siglos de antigüedad, que los intermediarios ofrecen por cantidades que pueden rondar los diez millones de euros y que también suelen vincularse a explotaciones agrícolas en pleno proceso productivo. Un atractivo más, la agricultura, para atraer a compradores nacionales, pero también internacionales.
Una de estas haciendas, probablemente la más cara que se oferta en Granada, es la almunia de Darabenaz, situada en el término municipal de La Zubia y que está valorada en más diez millones de dólares -unos 9,3 millones de euros-. El edificio, construido en 1273, está considerado uno de los últimos palacios nazaríes de Granada. En los últimos años, ya restaurado, se ha destinado a hospedería. Es un auténtico museo. Las yeserías datan de los siglos XIII y XIV. También se conserva el artesonado original de la casa árabe. Este predio, erigido a cuatro kilómetros de Granada, fue un regalo de Mohammed II a Don Nuño González de Lara por la ayuda militar prestada por este último para derrotar a otros aspirantes al trono, aunque su propiedad retornó al poco tiempo a la familia real. Fue bautizada como 'Darabenaz' o 'casa de la mujer casada'. En ella se producían hortalizas y frutales, y ocupaba una superficie de casi 5.300 metros cuadrados.
Robert Menetray, fundador de Lançois Doval, una firma especializada en gestión patrimonial, comenta que «este tipo de propiedades son atractivas en Granada y en toda España, aunque a veces es más importante el tipo de construcción que la localización». «No son fáciles de vender porque no estamos hablando de un chalet típico, pero hay una demanda de productos singulares, especialmente para temas de hostelería, eventos o la puesta en marcha de hoteles con encanto porque estas fincas, por su mantenimiento y por sus dimensiones, terminan destinándose a fines comerciales», explica Menetray. «Granada es interesante -agrega-, aunque bien es cierto que, inicialmente, muchos clientes, sobre todo extranjeros, buscan como primera opción emplazamientos costeros». «Granada, como toda Andalucía, tiene su tirada y despierta interés», manifiesta.
Buscando la autenticidad
Según Robert Menetray, «quien busca esto, busca normalmente algo único, aunque depende mucho de la utilidad que se le quiera dar». Las últimas operaciones de este tipo realizadas en España, que afectan a alquerías con parcelas de más de 300 hectáreas, se han realizado para la implantación de establecimientos hoteleros de alto nivel y dotados de unas cincuenta habitaciones. Entre estas últimas transacciones, un monasterio en Ciudad Rodrigo (Salamanca).
Pero volvamos aquí, a Granada. Este mismo operador, Lançois Doval, está gestionando la venta de un cortijo de 380 metros cuadrados en Montefrío, uno de los municipios granadinos más de moda tras ser considerado por la revista National Geographic como uno de los pueblos con mejores vistas del mundo. Vale 1,5 millones y cuenta con una plantación de espárragos en plena producción y también olivos centenarios. «La vivienda principal impresiona ya desde el exterior, con una decoración sobria pero elegantemente distribuida en puertas, ventanas y balcones para causar un notable contraste con la impoluta blancura de la fachada», dicen desde la empresa. Algo más que un guiño para los interesados en el turismo rural... y tengan, eso sí, 1,5 millones de euros.
Un mercado que no es ajeno a la crisis económica
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Este mercado inmobiliario, centrado en la compra-venta de fincas singulares, también está condicionado por la coyuntura económica. «Yo sigo viendo crisis, una crisis de confianza», asegura Robert Menetray, director de Lançois Doval.
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«Una cosa es que se puedan registrar operaciones puntuales y otra que el sector esté ajeno a la realidad», explica Menetray, quien agrega que se observa una retracción de clientes internacionales como los rusos o como los británicos «influidos por el Brexit».
¿Qué más se puede encontrar? Pues, por ejemplo, la antigua fábrica de remolacha de Pinos Puente, construida en el año 1890. Este tipo de complejos fabriles, como la azucarera San Isidro, se expandieron por la Vega de Granada, cuyos agricultores se especializaron durante décadas en este cultivo, dejando de lado cereales, legumbres y hortalizas.
También se puede invertir en un molino harinero en Moclín (700.000 euros). Las dependencias albergan aún toda la maquinaria de molienda (piedra, pescante, tolva, rueda de turbina y harnero). Se localiza a apenas 500 metros del embalse de Bermejales, que dispone, a su vez, de playa fluvial y embarcadero. Se puede practicar pesca. Si dispone de 150.000 euros puede adquirir un caserón señorial en Guadahortuna en pleno casco urbano de la localidad. También hay 'cosas' en Granada capital, como un edificio de 1890 en Plaza Nueva -aunque recientemente rehabilitado, aclaran-, o un hotel de cuatro estrellas a 3,5 kilómetros del centro de la ciudad (1,2 millones de euros).
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