Muere a los 74 años el pintor madrileño afincado en la Alpujarra Eduardo Barahona

En el pasado mes de septiembre Eduardo Barahona expuso sus últimos trabajos en el Café-Cultural Magick de Capileira. Barahona mostró en esta ocasión su pintura vitalista de frutas magnificadas con mucho colorido y mucha vida. También, por unas razones especiales y particulares que tuvo el artista, se pudieron contemplar una serie de dibujos temáticos para rendir homenaje a los refugiados de todo el mundo. Eduardo Barahona residía en Capileira desde 1991 y últimamente había podido salir adelante de una grave enfermedad.

Barahona se formó en Madrid y alternó la pintura con el diseño gráfico, el mundo editorial y la publicidad obteniendo importantes premios. También, impartió sus enseñanzas en universidades, escuelas superiores y de artes y oficios artísticos. A Eduardo Barahona le encantaba la Alpujarra, en especial el Barranco de Poqueira, y el Parque Protegido de Sierra Nevada.

Eduardo Barahona fue un pintor grandioso y excelente y un hombre bueno, solidario y encantador. Siempre mostraba su don de buena gente. Su técnica era depurada. Algunos de sus muchos amigos de Capileira fueron los hermanos gemelos José y Francisco Pérez Nevot, Paco López y José Luis Rosillo. Barahona era todo un profesional muy amable y educado. En sus trabajos pueden verse la fuerza del color y de la luz. Últimamente, y tras superar una penosa enfermedad, se encontraba en pleno proceso creativo. Algunas de sus obras las solía exponer Barahona en las paredes del restaurante El Asador de Capileira. Barahona siempre perdurará en el recuerdo de quienes lo conocieron y respetaron.