Borrar

Cuando el Valle era una isla

Las aguas embalsadas del río Ízbor ofrecen entre sus meandros la imagen del mar de Thetys, del que surgió Granada y sus sierras

Juan Enrique Gómez

Lunes, 1 de septiembre 2014, 03:29

El borde suroeste de Sierra Nevada era un espacio litoral. La costa se extendía desde la sierra de los Filabres, en Almería, hacia la Alpujarra ... y la gran depresión de Granada, donde territorios que ahora ocupan Dílar, Monachil, Víznar y Alfacar, limitaban con el mar. La ciudad, su metrópoli, y toda la vertiente oeste del territorio granatense no era más que rocas metamórficas sumergidas bajo las aguas del mar de Tehtys, el océano que casi desde el Ecuador separaba África de Europa. En su extremo norte, donde ya afloraban mesetas marinas que dieron lugar al sur de la península Ibérica, una gran isla se alzaba frente a las rocas y conglomerados sedimentarios que caían mientras la gran orogénesis alpina generaba Sierra Nevada. Parecía flotar en la inmensa magnitud del primer mar de la historia geológica del hemisferio norte. Hace ocho millones de años esa masa de tierra emergida, que los geólogos llaman Isla de la Tórtola, limitaría hoy al sur con las zona más bajas del Valle de Lecrín; al oeste, con Albuñuelas, Jayena y Agrón, y al norte con Padul, que aún se encontraba bajo las aguas. Era el resultado de un proceso de surección, es decir de acercamiento de la tierra hacia la superficie, que había comenzado hace casi 20 millones de años con el desplazamiento de la placa de Alborán, que empujó los materiales sumergidos hasta generar la totalidad de las cordilleras béticas, y con ellas, el sureste ibérico y la orografía actual del sur continental.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Cuando el Valle era una isla

Cuando el Valle era una isla