La promoción 72/77 de Derecho celebra intensamente su 45 aniversario, con muchos proyectos por delante

Y es que este grupo, amplio y divertido, sabe cómo disfrutar. Y en esta ocasión lo hicieron –medio centenar de integrantes y personas allegadas– en una terraza donde se reunieron, una vez más porque, como me contaba José Luis, siempre que pueden acuden a la llamada de Rafael Olmo, «que actúa de nexo de unión entre todos», que les mantiene informados y organizando las convivencias.

Fue una jornada en la que tuvieron un poco de tiempo para cada cosa. En primer lugar, una misa en sufragio de los compañeros ya fallecidos, en la Colegiata y capilla universitaria de los Santos Justo y Pastor, oficiada por Luis Sánchez, párroco de Otura e hijo del coronel jurídico, Luis M. Sánchez, que es uno de los integrantes de la promoción.

No podía faltar la tradición de hacerse la foto de familia en la propia Facultad de Derecho –una de las escaleras más famosas de esta Mirilla–, que les abrió sus puertas, gracias a los buenos oficios de Carmen Ordoño, profesora titular de Derecho Procesal de la Universidad granadina que asistió con su esposo, Luis Salvador, ambos miembros también del grupo.

Aunque no es fácil reunirles porque se tienen que desplazar desde fuera de Granada, nada impidió que muchos volvieran a la ciudad donde estudiaron desde distintos puntos de la península. Es el caso de Aurelio Rojas, que llegó desde Lisboa, donde ejerce sus oficios de empresario de exportación e importación; Damián Bailón, que dejó su despacho en Villa García de Arosa; Pepe Dueñas y Aurora Sánchez, desde Córdoba, y desde Lucena, Mari Ángeles Sánchez, que recibió múltiples felicitaciones por los éxitos de su hijo Juan, conocido por Xak, que es líder internacional en breaking dance, y posible representante español en los próximos Juegos Olímpicos.

También pudieron asistir Chelo Perán, de Cádiz; Nieves Castrillo, Carmen López y Javier Olmedo, de Málaga, Encarnita Martínez y Amparo Jover de Alicante y Miguel Castillo, de Sevilla. Desde Jaén se acercaron Lola Martos y Pepitina Ruiz –que sigue creando obras de arte en sus cotizadísimas pinturas y diseños en seda natural-; y María Dolores Gázquez desde Madrid.

Y, por supuesto, los residentes en Granada, ejercientes o jubilados en su tierra, caso del matrimonio formado por Fernando Espigares y Mari Carmen Tebar, que han tenido la suerte de pasar media vida en el interior del recinto nazarita; Esperanza Aragón, Carlos López-Luzón, María Victoria Aguilar –a quien todos conocen por Pirula–, el matrimonio Margarita Entrena y Pepe Vives (que inmortalizó el encuentro con sus fotos); Juan López, Maribel Rodríguez, Juan Luis Vílchez, María del Mar Clavijo, Amparo Rodríguez, Salud Domínguez y mi querido José Luis, al que ya he citado, cómplice necesario para contarles cómo se pusieron al día con los recuerdos, anécdotas y, cómo no, con esos proyectos para la celebración del próximo cincuenta aniversario de una promoción que sigue en contacto permanente, viviendo, divirtiéndose y compartiendo buenos momentos vividos en el ocio y, por supuesto, en las aulas.

Quieren repetir la orla para las bodas de oro y, «dado que cada momento cuenta», la van a preparar a conciencia reuniéndose cada año, en lugar de cada cinco como venían haciendo. El contacto no quieren perderlo.