Estos son los productos que más han subido de precio en los supermercados en el último año
Un análisis de 1.228 elementos distintos que se encuentran en los linales indican que más de nueve de cada diez acusan de forma intensa la inflación
Los productos que de forma más habitual componen la cesta de la compra de buena parte de las familias granadinas continúan en unos índices de ... encarecimiento muy elevados que lastran su poder adquisitivo, de acuerdo con las últimas estadísticas del índice de precios de consumo (IPC), que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). La categoría de alimentación y bebidas no alcohólicas, que agrupa la mayoría de estos elementos, cerró agosto con precios un 10% por encima de los registrados en el mismo momento de 2022. Son ya más de dos años continuados de subidas que se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza en el día a día, aunque hay que recordar que las cifras, pese a seguir siendo muy altas, han descendido con respecto a los peores meses en este sentido; por ejemplo, el valor de inflación interanual más elevado de la serie histórica reciente de Granada se registró en diciembre de 2022, cuando el indicador alcanzó el 18,7%, siempre según el organismo estadístico nacional. Desde entonces, la cifra ha caído en más de ocho puntos hasta quedarse en el 10,3% publicado este pasado lunes.
Sin embargo, un paseo por los lineales de cualquier supermercado deja a las claras que no todos los productos se han encarecido por igual, y que algunos de ellos, de hecho, han bajado su coste en los doce últimos meses. Esto es precisamente lo que analizan los estudios de la compañía Soysuper, que se basan en los datos de hasta 195.000 productos distintos repartidos entre las tiendas en línea de hasta nueve de las principales cadenas de España.
A nivel global, las cifras del IPC señalan que el principal foco de preocupación en este momento está en el aceite de oliva, cuyo repunte en un año se data en un 52,5%, una cota que llega a alcanzar el 116% si el período de análisis se alarga hasta los tres años. La sequía y el consecuente recorte de las cosechas es el principal causante de esta tendencia, aunque no faltan quienes señalan que la especulación con los precios es también un factor a tener en cuenta, ya que la misma botella de aceite puede oscilar hasta en cuatro euros en función del supermercado en que se compre, y organizaciones como Facua han señalado que algunas de estas cadenas venden el aceite en España hasta 14 euros por encima de lo que lo hace en Portugal, por ejemplo. También preocupan, por ejemplo, los casos del arroz o el azúcar, que igualmente se ven afectados por la sequía y un menor movimiento de producto en los mercados internacionales.
No es de extrañar, pues, que en la última edición del estudio de Soysuper, con datos hasta el 29 de agosto, sea la categoría de conservas, sopas, aceites y condimentos la que más se ha encarecido en el último año, con un 17,2% en términos promediados. Le siguen los cereales y las galletas (+16,2%), los productos congelados (+15,8%) y los dedicados a bebés y niños (+15,6%). Por el lado contrario, hay hasta cuatro grandes grupos de productos de lineal cuyo aumento de coste se queda por debajo del diez por ciento, aunque no por mucho. El grupo de ocio y cultura es el que presenta menor repunte, con un 7,5%. También figuran aquí los de perfumería y parafarmacia (+8,3%), dietéticos (+8,8%) y pasta y legumbres (+9,6%).
Si se profundiza un poco más dentro de cada uno de estos grupos, la disparidad se vuelve aún más curiosa. De entre los 195.000 productos analizados por Soysuper, el aceite figura sin sorpresas como el primero, con un repunte del 37,7%, inferior a la cifra del INE porque además del de oliva, el más afectado por la inflación, se encuentran otros tipos de aceite, como el de semillas o el de girasol, que o se mantienen más estables o incluso descienden de precio en comparación con el mismo momento de 2022, en lo más álgido de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. También destaca, por ejemplo, el caso de los cereales solubles y la achicoria (+23,7%), así como el pan y los productos de repostería (+22,9%), afectados asimismo por la cadena de suministro de la harina, que tiene a Ucrania como uno de sus puntales en Europa. También se ha vuelto bastante más caro dar de comer a los bebés, ya que los productos de alimentación infantil han repuntado un 21,2% en un año.
Son 151 las subcategorías que se analizan en este sentido en el estudio de esta compañía, y de ellas, solo tres, apenas el 2% del conjunto, presentan una bajada de precios sobre el año pasado, que en todo caso son muy exiguas. Dos de ellas son relacionadas con la tecnología: los productos de imagen y sonido (-0,8%) y las videoconsolas (-2,2%). El tercer ámbito es el de las bolsas de basura (-1,7%).
Sin embargo, el análisis tampoco acaba aquí, ya que es posible incluso descender un poco más en el desglose de las diferentes categorías de productos de supermercado. En este caso, el número de los diferentes objetos de estudio se disparan, ya que pasan de 151 a 1.228, más de ocho veces más. Y aquí las curiosidades abundan. Por ejemplo, el estudio de Soysuper adjudica el mayor incremento del precio en un año a las alubias congeladas, con un precio que casi se duplica; en concreto, el incremento es del 88,8%. También se encarecen de forma significativa, por ejemplo, las anchoas (+84,4%), los batidos (+82,3%). En lo que respecta a las proteínas, la carne de caza es la que más había subido de precio hasta finales de agosto (+48,6%), mientras también hay malas noticias para los vegetarianos y veganos, que ahora tienen que pagar hasta un 45,2% para comprar soja texturizada. Para las familias con hijos pequeños, mala suerte en especial si tienen que comprar pañales de talla cero, ya que han subido un 42,9% en un año.
En el cómputo global, hasta 1.059 de los 1.128 grupos de productos analizados, más de nueve de cada diez (el 93,9%) registran subidas de precio en los doce últimos meses. Otros 90 se han quedado exactamente igual, y solo 79, menos del uno por ciento del conjunto, se abarataron y fueron en contra de la tendencia inflacionista. El caso más destacado es el de los zumos vegetales, que muestran una bajada del 31,4%. También mejoró el precio, por ejemplo, de los cacahuetes (-22%), así como el de los aceites de girasol (-21,2%) o de maíz (-13,9%), que siguen una evolución contraria al de oliva y acusan el paso del tiempo desde los peores momentos de la guerra de Ucrania.
Lejos de los máximos
Pese a lo abultado del encarecimiento de algunos de los productos que más habitualmente se compran en los supermercados, lo cierto es que, al menos a tenor de estos datos, Granada no es una de las provincias españolas donde más acusada es la subida en el último año. De hecho, figura en el 'top 10' de las provincias españolas donde la inflación ha tenido un efecto más escueto sobre los lineales. El encarecimiento del 9,3% se queda apenas medio punto por encima del 8,8%, el mínimo a nivel nacional, un dato que se registró en Lugo y Palencia.
Por el lado contrario, son Murcia, Zamora, Orense, La Rioja y León las provincias donde más fuerte es el incremento de precios. En todos estos casos se supera el 15% interanual. En Murcia, que ocupa el primer lugar en el escalafón nacional, la cifra alcanza el 16,9%.
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