Las primeras electrolineras para taxis llegarán a Granada en marzo

La medida, que es fruto del acuerdo sellado entre los grupos municipales de PSOE y Unidas Podemos en marzo pasado, va a permitir la instalación de puntos de recarga para vehículos de cero emisiones a lo largo y ancho de la ciudad. Aunque la iniciativa inicialmente se pensó para ser implantada en las paradas de taxi, finalmente se va a llevar a cabo también en otros puntos, como la Huerta del Rasillo, en paralelo con la compra realizada por el Consistorio de coches y motos híbridos enchufables para reforzar la flota policial.

Según ha explicado la concejala a la oposición, los técnicos del área han redactado un proyecto que conlleva la instalación de 13 estaciones de recarga dobles en las paradas de taxi. Esto va a permitir que hasta 26 profesionales de este servicio puedan enchufarse al mismo tiempo. El resto hasta superar la veintena se ubicará en otros puntos de la ciudad, entre los que está la sede de la Policía Local.

Por ahora no se han dado a conocer las ubicaciones. El motivo es, según ha apuntado Ruz, que el expediente está siendo revisado por los técnicos de Patrimonio, que son los que deben valorar si estos lugares están preparados para la instalación o es preferible buscar lugares alternativos. Lo que sí ha aclarado es la manera de financiar la iniciativa, que se va a desarrollar con cargo a la mejora de la zona ORA.

La edil ha destacado que la medida va a permitir a la ciudad avanzar en la estrategia de movilidad «sostenible» y ha celebrado el impacto que va a tener para la Policía Local, que el próximo año incorporará nuevos vehículos no contaminantes.

El portavoz de Unidas Podemos, Antonio Cambril, ha celebrado una decisión que, como ha recordado, es fruto del acuerdo entre ambas formaciones, aunque ha afeado al equipo de gobierno la «falta de información» tanto en lo relativo a esta medida como otras incluidas en el pacto. El dirigente también ha mostrado su rechazo a la fecha escogida por la concejalía para la implantación de las electrolineras al considerar que es demasiado cercana a la celebración de las elecciones municipales. Se trata de un aspecto que recogía el propio acuerdo a petición de la confluencia, que exigía que los puntos se llevarán a cabo o se iniciaran antes de que culminara el año para evitar que fueran señaladas como electoralistas.