Preocupación entre los bares de Granada, que ven difícil sobrevivir a la desescalada del Gobierno

El problema es que mucho de los itinerarios no contentan a casi nadie. En el sector de los bares y restaurantes no se entienden muchas cosas de lo que se ha anunciado, y amenazan con romper la baraja hasta que no se alcance la última fase propuesta, que no se espera hasta por lo menos finales de junio. La primera de las críticas que le hacen al Ejecutivo es que se haya aventurado a tomar decisiones de tanto calado sin tener en cuenta «para nada» al sector de la hostelería.

La incertidumbre es total. Y las reuniones se han multiplicado. En Granada es la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo la que está canalizando el sentir de un gremio que lleva sin actividad alguna desde el pasado 13 de marzo. Y según las nuevas previsiones, no podrán abrir sus puertas hasta el próximo día 11 de mayo pero bajo unas condiciones que son el germen de otro de los agrios desencuentros entre el sector y el Gobierno.

El presidente de los hosteleros granadinos, Gregorio García, siente directamente «vergüenza». Cree que es incompatible reiniciar la actividad con las indicaciones gubernamentales en todas y cada una de las fases. Principalmente por el decreto de los ERTE, que está convencido de que si no se flexibiliza como punto de partida, «se romperá la cadena del empleo» porque los bares quebrarán en un elevado porcentaje, dice.

En la Federación ven injusto que aquellos negocios que se acogieron en su momento a este mecanismo de regulación de empleo, tengan ahora si abren que recuperar el total de la plantilla y mantenerla medio año en un horizonte en el que la productividad que se autoriza se sitúa entre el 33% y el 50% hasta por lo menos junio. Y eso sin contar cómo afectarán las restricciones de movilidad que aún se mantienen o los gastos a los que hay que someterse ahora para evitar la propagación de la Covid-19.

En la Federación calculan, por ejemplo en el caso de las terrazas, que el 80% de los bares en Granada con acceso a esta actividad tienen como mucho ocho o diez mesas. «¿Se puede vivir con dos o tres?», se preguntan, para a continuación recordar que mientras ellos estarán al 33% o al 50%, la luz, el agua, los alquileres o las hipotecas se cobrará al 100%.

Precisamente la queja de los hosteleros de la falta de interlocución con el Gobierno sale a relucir en cuestiones como estas. El sector está convencido de que si les hubieran tenido en cuenta, además de permitir una reincorporación de los puestos de trabajo acompasada con la productividad, también habrían negociado con los bancos una moratoria de los créditos hipotecarios.

Muchos restaurantes, cafeterías o simples bares están en esta situación, Y se pide, ni más ni menos, que se flexibilicen los pagos de las hipotecas hasta que se normalice el consumo. Como no se ha hecho, los hosteleros auguran una concatenación de desahucios.Los altos intereses a los que se están ofreciendo los créditos ICO para empresas es otro punto a debatir para un sector que ya negocia con los ayuntamientos exenciones fiscales. El de Granada, sin ir más lejos, anunció ayer un paquete de medidas económicas para facilitar que las terrazas abran ya en la Fase 1 (11 de mayo). No les cobrará tasa alguna en el periodo comprendido entre el 14 de marzo (día de inicio del estado de alarma) y hasta que dure esto.

Asimismo, se espera por parte de los negocios una flexibilización en la concesión de más superficie para las terrazas, tal y como permite el Gobierno, que cede a los ayuntamientos esta prerrogativa. Pepe Torres es el dueño de Las Titas. Espera abrir en cuanto le dejen. Ahora sí, necesita saber en qué condiciones. Aunque comparte las reivindicaciones del sector, sabe que cada negocio tiene sus peculiaridades. Lo mismo sucede con Álvaro Arriaga. El chef y propietario del restaurante homónimo, está deseando abrir, en su caso el 25 de mayo. «Creo que saldremos de esta con más limpieza, producto y haciendo las cosas bien», señala.