El pregón de David Rodríguez y los gorriones de plata estrenan las fiestas del Zaidín

Y comenzaron con la voz y la pluma –como siempre, espléndidas– del pregonero David Rodríguez –y Jiménez-Muriel–, que no dejó nada en el tintero hablando de esa «patria mía», un lugar en el que se siente tan a gusto y al que augura un gran futuro: «Uno de cada cuatro artistas será zaidinero».

En prosa y en décimas y sonetos encadenados, habló de la grandiosidad de un barrio que «has tenido setenta años para hacerte imprescindible», y que es «el mundo cofrade –con cariñosas palabras a la próxima coronación de la Virgen de la Luz–, pasarelas de modas inclusivas, cabalgatas navideñas, acontecimientos deportivos y vida», añadiendo que «se ofrece como una posada de identidad, buena hostelería y trato propio».

No olvidó felicitar a los distinguidos con los Gorriones de Plata, ni a su querida amiga –en eso también coincidimos– Mamen Sánchez, otra zaidinera de pro, que presentó el acto que, de nuevo, se llenó de autoridades y de público, respondiendo a la llamada de la Asociación de Vecinos que preside Antonio Ruiz, al frente de un animoso grupo de personas que trabajan con ahínco.

Y que estaban felices de entregar los reconocimientos que, este año, han recaído en Enrique Carmona, El Canastero y Luisa Heredia, vecinos clásicos del barrio, al que llegaron desde el Sacromonte en 1979 y que, durante veinticinco años tuvieron una escuela de baile. Les entregó el premio el delegado del Gobierno Andaluz, Antonio Granados, que recibieron felices.

Francis Almohalla, concejal de Participación Ciudadana, fue el encargado de hacer los honores del premio otorgado, a título póstumo, a Pepe Jaldo, todo un referente del comercio del lugar, con una trayectoria desde muy joven que le llevó a regentar la firma Tejidos Jaldo, junto a la familia. Su viuda, Mati Molinero, muy emocionada, subió al escenario junto a sus dos hijos.

Pepe fue presidente de la Asociación de Comerciantes del Zaidín –el actual dirigente, Francisco Prados, acudió al acto–, como el siguiente galardonado lo fue, en este caso de los Vecinos Zaidín-Vergeles. Valentín Martos, que es de quien les hablo, sabe del sacrificio de este cargo que ostentó cinco años, y, claro, de la satisfacción de trabajar por la comunidad, algo que sigue haciendo aún.

El curriculum de Miguel Rodrigo, también premiado, está vinculado al deporte, y más concretamente al fútbol; desempeña su labor como entrenador internacional y llevando el nombre de Granada por todo el mundo, como instructor de la FIFA, observador técnico de la UEFA o profesor de la escuela de entrenadores de España y con muchos galardones que jalonan su buen hacer. Mónica Castillo, vicepresidenta de la Diputación, hizo los honores a la mujer del premiado, María Sánchez y su hijo, Miguel Rodrigo.

Y la alcaldesa, Marifrán Carazo, que más tarde cerraría el acto, entregó el premio a María Isabel Cejudo y Manuel Arnés, «unos clásicos en Merca 80, donde han atendido a los vecinos del barrio desde el 83», hasta su bien merecida jubilación.

Bonita noche con la asistencia del subdelegado del Gobierno de España, José Antonio Montilla; la diputada nacional, Olvido de la Rosa, parlamentarios, concejales de la capital, del equipo de Gobierno y de la oposición; y los delegados de la Junta, Antonio Ayllón y Luis Recuerda, entre otras autoridades, que también disfrutaron de la actuación de Ruth y Adela, el dúo Saharal.

Estaba Eduardo Ortega, al que saludé por primera vez como presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos –mi recuerdo para Paco López de Haro; y mi querido Rafa Pimentel, conductor del Ayuntamiento que, tras cuarenta y tres años llevando a todos los alcaldes y a la alcaldesa de las capital, se nos jubila. Felicidades, y a disfrutar.