Popular Circus

La semana empezó con la indigestión del resultado en Castilla y León. «Esto movilizará a la izquierda andaluza. Pero también se constata que con un buen candidato arrasas y con uno mediano solo ganas porque la izquierda se cae. Con Juanma Moreno esto no debería pasar», analizaba un cargo público en caliente. En la dirección del partido en Granada no eran excesivamente pesimistas –todavía nos estamos refiriendo al lunes–. «Si Podemos baja y esos votos no los absorbe el PSOE, la derecha suma más. Otra cosa es que nos guste o no gobernar con Vox. Pero esto acerca la posibilidad de volver a gobernar en Granada capital, los principales pueblos del Área Metropolitana y la Diputación», bebían del vaso medio lleno.

Ese mismo lunes, en San Telmo ya recibieron el aviso de que en las próximas horas saltaría una información comprometida para Isabel Díaz Ayuso. Pero nadie pensó que se llegaría al extremo de lo sucedido el jueves. «Nos estamos cargando un gobierno –el de Madrid– al enfocar tanto el discurso en la corrupción. Teodoro García Egea llegó a decir que les llegan muchos casos similares y todos se investigan. ¿Cómo es eso de que llegan muchos casos?», exclama un cargo público del PP de Granada que conoce bien las dos corrientes. «Pablo Casado se ha unido a Teodoro García Egea. Esto es ya un duelo entre Isabel o Pablo. Nosotros mismos estamos liderando la pena de telediario», añade.

La dirección del PP granadino es declaradamente casadista. En concreto, de Teodoro García Egea. No hizo falta que Alberto Casero –el del voto y la gastroenteritis aguda– los llamara para que destacados militantes mostraran su apoyo público a Génova en redes sociales. Lo hizo el senador José Antonio Robles o el diputado nacional Carlos Rojas. Y también el presidente provincial, Francisco Rodríguez. No su secretario general, Jorge Saavedra. El sector de la Junta mantiene el mismo distanciamiento neutral que ha marcado Juanma Moreno. «No he tenido ninguna indicación para que me quede callado, pero es de sentido común. Aquí no pintamos nada», cuenta un miembro del gobierno. andaluz. Tanto ruido trastoca los planes de Moreno. Convocar elecciones antes del verano supondría disolver el Parlamento a final de abril o principio de mayo. Para entonces no se sabe si la crisis estará resuelta o se habrá agravado. Algunos en el PP granadino mantienen aún el horizonte de junio: «El escenario electoral al que nos vamos a enfrentar será el mismo ahora que dentro de unos meses»». Otros matizan que, tras lo ocurrido esta semana, la decisión está en «estudio».

Mientras tanto, el PSOE se rearma ante una oportunidad inesperada. «A Moreno le tiemblan las piernas. Lo tenía todo controlado y no le ha acompañado la estrategia nacional. Ha retrasado tanto la decisión que ya no controla cuándo convocar las elecciones», analiza una granadino en el entorno de Juan Espadas. En San Vicente –sede regional socialista– manejan datos que apuntan a que Vox estaría ya por encima del PP en algunas provincias, aunque admiten que el principal hándicap del PSOE es la fractura a su izquierda: «Se están tendiendo puentes para que los compañeros camaradas se aglutinen».

Quien saliva mientras todo salta por los aires es Vox. Macarena Olona –que en los próximos días se volcará en Andalucía– ya no se conforma con ser vicepresidenta.

Y para acabar la semana, Sebastián Pérez presentó una iniciativa para que la Junta declare BIC el Cristo de los Favores del Realejo. Por contarlo todo.