El policía que se resarció al salvar a tres niños en el incendio de Huétor Tájar
El agente vivió hace 30 años un suceso similar en Los Bermejales en el que fallecieron dos niñas por las que dio nombre a sus hijas
Cuando Antonio Cobos, jefe de la Policía Local de Íllora, recuerda el rescate que protagonizó el pasado sábado, en el que salvó la vida a ... una familia de Huétor Tájar, no puede evitar emocionarse. El sentimiento que envuelve al hombre hace que se le corte la voz. El suceso del fin de semana traslada su memoria 30 años atrás y su mente al pantano de los Bermejales. Allí vivió un acontecimiento similar, aunque con un final mucho más amargo. Las llamas invadieron hace varios días una vivienda del pueblo en el que había siete personas. En 1995, un albergue juvenil donde dormían una treintena de niños.
El incendio provocó entonces la muerte de dos menores que Antonio sacó de las instalaciones en brazos, ya sin vida. «Tenía 18 años, aquello me marcó para siempre», cuenta. El acontecimiento supuso un antes y un después en su vida. A día de hoy aún guarda las publicaciones de los periódicos en los que se informaba de lo ocurrido. La tragedia conmocionó a todo el entorno. Las niñas que fallecieron tenían nueve años. Pasó el tiempo, pero no consiguió olvidarlo. La emoción de Antonio aumenta cuando relata que aquellas niñas dan hoy nombre a sus hijas, Lucía y Cecilia. Tres décadas después ha podido resarcirse de lo ocurrido en el pantano de los Bermejales y acabar así con una tarea pendiente.
Cuenta lo sucedido y se pregunta qué habría pasado si hubiesen dispuesto de los medios que existen hoy en día, pero reconoce que es imposible saberlo. Ahora, recuerda con orgullo cómo el incendio del pasado fin de semana terminó con todas las personas a salvo y que ha podido tener un feliz desenlace.
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