La plaza de Granada en la que 'florecen' los grafitis

Un paseo por el historial de imágenes de un conocido buscador de Internet permite comprobar cómo se han ido extendiendo los rastros del spray de colores a lo largo de la última década. En 2008 –primeras instantáneas disponibles– apenas hay media docena de grafitis en las paredes amarillas del centro de salud. Son más numerosas las firmas en los soportales del inmueble ubicado frente a la entrada al edificio sanitario.

Cuatro años después, en 2012, son más y más vistosos los trazos con pintura, tanto en la fachada como en los soportales. En 2014, la entrada a los bajos del inmueble está ya cubierta por vallas rojas y las paredes están limpias, pero la plaga de pintadas en el centro de salud no cesa.

En la actualidad hay cinco firmas enormes y de colores chillones que predominan sobre el resto de los sellos personales de los vándalos. Hay pintura incluso en el suelo, y en una valla publicitaria situada a unos cinco metros de altura. Según comentaba Joaquín, vecino de la urbanización junto al consultorio, no es difícil ver a jóvenes trepar hasta la zona superior del centro de salud, desde donde se mueven por los techados. Incluso han visto a gente hacer botellón allí. Todo ello, a pesar de unas planchas metálicas de color rojo instaladas en la fachada para impedir el acceso a la zona superior.

De acuerdo con la presidenta de la asociación de vecinos de Fígares, Amalia Benavente, «el problema es que esta plaza está muy escondida». Es peatonal, por lo que escapa al bullicio de los vehículos que circulan por Camino de Ronda. Asegura que los grafitis son recurrentes en algunos puntos de la zona. En las torretas de respiración del parking subterráneo de la plaza también 'florecen' las coloridas firmas.

Los vecinos han planteado este problema en varias juntas municipales de distrito. Otros residentes de la zona comentan que en esta plaza y en algunos soportales suele haber algún pequeño botellón y es una zona frecuentada por indigentes.

Afirma Amalia Benavente que la vigilancia es una reivindicación constante de los vecinos de Fígares. No bastan las patrullas a pie. Tal y como añade, los vándalos saben cuándo van a acudir los policías vestidos de paisano y abandonan la zona.

Ante la imagen que presenta el centro de Las Flores, en manos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), desde la dirección del Distrito SanitarioGranada Metropolitano adelantan que se pintarán los exteriores del centro, «haciendo también un llamamiento al civismo, dado que se trata de un problema, el de las pintadas, que afecta no sólo a todo el entorno en el que se ubica el centro de salud, sino que va más allá de este».

Señalan también que en anteriores ocasiones en las que se ha acometido el pintado de las fachadas, el resultado «ha durado más bien poco tiempo».