Ocio

Los planes mil de un verano a lo largo del río Genil

Ya están listos. Saltan los tres a la vez al fondo de la poza y la canícula desaparece de golpe y porrazo. «El agua está helada», grita Pablo mientras sale a toda pastilla del río... para volver a zambullirse. Justo en esa poza, el cauce del río deja de estar urbanizado y se naturaliza para subir hacia Cenes de la Vega y Pinos Genil, lugares donde ofrece planes mil para un verano que de momento ha llegado con calor y altas temperaturas.

El cauce del río Genil a su paso por los municipios de Granada, Cenes de la Vega y Pinos Genil es una oportunidad para el ocio. Con su combinación de sombra y agua, se crea a lo largo de las riberas un ecosistema de supervivencia para todos los que se quedan en la ciudad. Además, a lo largo del día se puede aprovechar de distintas formas.

El problema es que no está permitido bañarse en el río Genil en Granada. El baño está prohibido desde el año 2006 debido a razones de seguridad y la calidad del agua. «Todos los días vemos ahora en verano rondas de agentes de la Policía Local que multan a los bañistas y les informan que la prohibición de bañarse sigue vigente», explican unos senderistas habituales del lugar que marchan hacia la Fuente de la Bicha. La cuestión es que entre el desconocimiento y las altas temperaturas la gente siempre vuelve al río Genil.

Ocurre de igual forma a la altura del polideportivo Bola de Oro, donde una familia con sus dos hijas pequeñas se apresta a preparar un pícnic de sábado a la sombra del arbolado que recorre la ribera del Genil. Sus dos hijas pequeñas están en bañador y corretean con sus escarpines a lo largo de todo el río. Cargan y disparan sus superpistolas de agua y se pasan la mañana tan ricamente. Es uno más de los planes que ofrece el verano en torno al río Genil.

A lo largo del día, el sendero y el río es aprovechado por granadinos y granadinas para pasar un buen rato. Los protagonistas son los ciclistas, los senderistas, los corredores y los perros con sus dueños, quizá los canes los que mejor se lo pasan entre zambullida y zambullida. Hay que tener en cuenta que el sendero a lo largo del cauce del río Genil es una de las entradas naturales más bellas que existen a localidades como Pinos Genil, Güéjar Sierra, Dúdar o Quéntar, que los deportistas y amantes de la naturaleza aprovechan sobre todo en los días de verano para huir de los rigores del verano.

También hay una oferta, cuando cae la tarde y el fresquito ya es como más de verdad en las terrazas urbanas que recorren el eje central de Cenes de la Vega o en las que ya en Pinos Genil a la vera del propio río ofrecen un oasis contra el cemento y el asfalto. El ambiente es maravilloso y el verano entonces parece otra cosa.