El plan municipal contra el ruido, pendiente de la actualización de la ordenanza
Las mediciones realizadas por el Ayuntamiento confirman que se superan los límites legales en Pedro Antonio y Ganivet
El ruido es uno de los grandes problemas de la ciudad. Así lo refieren desde hace años los informes realizados por el Defensor de Ciudadano ... de Granada, que señalan una y otra vez a la contaminación acústica como uno de los principales motivos de queja de los vecinos. La extensión de este mal alcanza a casi a todos los barrios, aunque se ceba en especial en puntos como Centro, Albaicín, Realejo o Ronda, donde las advertencias vecinales en las juntas de distrito son una constante en todas las sesiones. En algunos casos, las protestas incluso son visibles en calles como Pedro Antonio de Alarcón, Ángel Ganivet, Reyes Católicos, Mesones o Bib Rambla, donde hay colgados carteles que denuncian la situación que padecen los residentes.
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A comienzos del mandato, tras un largo proceso judicial, el Ayuntamiento de Granada se vio obligado a limitar los eventos que se celebran en la plaza del Carmen, además de garantizar con mediciones que los que sí se celebraran en esta ubicación no superasen los límites de ruido previstos en las ordenanzas municipales. Fue en ese momento cuando el actual equipo de gobierno, que encabeza la popular Marifrán Carazo, empezó a dar pasos para tratar de poner coto al fenómeno.
Apenas unos meses después del cambio de gobierno, en octubre de 2023, se presentaron los resultados del mapa de ruido encargado por el Ayuntamiento en el mandato anterior, cuando todavía estaba el socialista Paco Cuenca al frente. El estudio confirmaba la extensión de la contaminación acústica por toda la ciudad y señalaba a arterias como Camino de Ronda, Avenida de Andalucía, Fernando de los Ríos, Acera del Darro, Fuentenueva, Recogidas o Méndez Núñez como algunas de las más afectadas. El informe tenía en cuenta la mayor parte de los focos de ruido, como el tráfico de vehículos o el ferroviario, pero no se adentraba en el causado por el ocio.
Para compensar este hecho y dar respuesta a las demandas vecinales, el equipo de gobierno anunció la realización de mediciones en diferentes lugares del Centro. Los resultados preliminares confirmaron la presencia de exceso de ruido. Con esta información, desde el área se está trabajando en el diseño de un plan de ruidos que equilibre la situación en ambas zonas. Las medidas incluidas deben aún perfilarse, pero, como aseguran las fuentes consultadas, las restricciones a la movilidad que forman parte de la zona de bajas emisiones tendrán un gran peso en el paquete, aunque no serán las únicas.
El plan, no obstante, está pendiente de que se actualice la ordenanza. Como aseguran desde Movilidad, la normativa se encuentra desfasada en algunos de sus aspectos, lo que impide que la ciudad pueda afrontar con garantías jurídicas la aplicación de medidas para la limitación acústica. El área se encuentra revisando el texto con vistas a una próxima modificación que evite el riesgo.
En paralelo, como trasladan desde el equipo de gobierno, se quiere dialogar con los vecinos como con los negocios para avanzar en una solución factible para ambas partes. Como resaltan desde el área, en el Consistorio son conscientes de que «a ninguno de los afectados, tanto vecinos como hosteleros, les interesa tener un problema, por lo que queremos dialogar para buscar una solución consensuada». «Estamos destinados a entendernos entre todos», remarcan.
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