Piden cárcel para un trabajador del SAS por espiar al viceconsejero de Salud durante la crisis sanitaria
Presuntamente, accedió al historial médico de Martín Blanco, que dimitió tras un agresiva campaña contra él en plena crisis sanitaria
Carlos Morán
Miércoles, 20 de febrero 2019, 23:53
La curiosidad malsana –un término pintiparado para esta historia– puede ser un delito. La Fiscalía Provincial de Granada reclama dos años de prisión para un ... trabajador del Hospital del PTS al que acusa de haber espiado el historial médico de Martín Blanco, el viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía al que le tocó lidiar con la crisis que nació de la fusión hospitalaria en Granada (un proceso que ya se ha revertido tras las masivas protestas ciudadanas).
El supuesto espionaje se produjo el 14 de diciembre de 2016, cuando el conflicto estaba en su máximo punto de ebullición. De hecho, Martín Blanco presentó su dimisión un mes y medio después, el 31 de enero de 2017. Cuando tiró la toalla, el viceconsejero se había convertido en la 'bestia negra' de los militantes antifusión más alterados y estaba sufriendo una agresiva campaña de descrédito.
Mientras eso ocurría a la vista de todos, y siempre presuntamente, un auxiliar administrativo del Hospital del PTS husmeaba sigilosamente en el historial médico de Martín Blanco, una práctica para la que no contaba con ningún tipo de autorización. En este sentido, el ministerio público entiende que los hechos «son constitutivos de un delito de revelación de secretos», por lo que reclama para el encausado una pena de dos años de cárcel, según el escrito de acusación facilitado a IDEAL.
Además, si es declarado culpable por el tribunal que enjuiciará el caso, deberá abonar una multa de «quince meses a razón de diez euros» al día.
Tratamiento, citas...
La investigación de la fiscalía explica que el supuesto espía dejó huellas de su intromisión en la intimidad del entonces viceconsejero de Salud: por ejemplo, el número del terminal desde el que se hizo de consulta ilegal. De esta forma, el procesado conoció datos «de los episodios de atención sanitaria prestados en los centros del sistema sanitario público de Andalucía, con la descripción de los informes clínicos, episodios de atención en consultas, urgencias y hospitalización», detalla el fiscal.
En concreto, el presunto espía «visualizó» una cita del paciente Martín Blanco y, por ende, supo el diagnóstico de la enfermedad que padecía y «el procedimiento médico seguido, así como las prescripciones farmacéuticas seguidas y un informe» de un laboratorio.
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