Pide 60.000 euros en préstamos para darle dinero a una falsa novia turca y se libra de pagar la deuda
Su abogado presentó una memoria detallando el engaño que había sufrido y el juez accedió a exonerarle los pagos pendientes
Un vecino de Granada se ha librado de devolver préstamos por valor de más de 60.000 euros que pidió para entregarle el dinero a ... una falsa novia turca. El juez ha determinado que cumple los requisitos establecidos para exonerarle los pagos pendientes, los cuales era incapaz de asumir, después de perder todos sus ahorros.
El comienzo de la historia se remonta a octubre del año 2020, cuando el hombre conoció por internet a una ciudadana turca, residente en Bulgaria, que presuntamente tenía 36 años. Iniciaron una relación afectiva de contacto digital diario y la mujer «fue ganándose su confianza», según consta en la memoria económica y jurídica del deudor, entregada al juez por su abogado, Gonzalo Portillo Bautista.
Aprovechándose de la buena fe del granadino y de sus necesidades afectivas, la mujer comenzó a pedirle dinero «para poder subsistir». Los envíos monetarios comenzaron un mes después de conocerla por la red, a través de transferencias bancarias, y fueron a más, ya que ella le prometía que viajaría a España para formalizar una relación como pareja de hecho. La víctima le mandó dinero «de forma indiscriminada», en total, más de 60.000 euros, según recoge la memoria.
Una operación o un visado
Las peticiones de la mujer eran variadas y todas recibieron una respuesta afirmativa. Una factura de 3.000 euros para una operación por un teórico accidente en el patio de su casa; 12.000 euros para lograr un visado especial a través de una agencia privada para reunirse con él en España; 4.000 euros para adquirir los vuelos de ida y vuelta (aunque el de vuelta no se usaría) y acreditar su solvencia económica en la frontera; o un supuesto tributo especial de 3.000 euros por haber recibido transferencias en su cuenta por un elevado importe.
La víctima le estuvo enviando dinero durante cerca de dos años, lo cual implicó la pérdida de todos sus ahorros, en torno a 30.000 euros obtenidos por la venta de su piso. Después, recurrió a cinco entidades financieras de crédito rápido para obtener sin grandes complicaciones el dinero que a cada momento le requería la mujer, sin ser consciente de que no era más que la víctima de un engaño a través de internet.
El abogado del hombre, del Despacho Portillo Estudio Legal, presentó ante el juez una memoria en la que explicaba el origen de los créditos, esperando que entendiera que su cliente no había sido irresponsable, simplemente había caído en un engaño por su necesidad de iniciar una relación sentimental con la que sentirse pleno.
El juez del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Granada ha acordado la «exoneración definitiva del pasivo insatisfecho» del deudor, así como la conclusión del procedimiento de concurso de acreedores por insuficiencia de masa activa para el pago de créditos. El magistrado entiende que la víctima cumple con todos los requisitos exigidos, por ejemplo, no tener antecedentes penales ni deudas resultantes de sanciones por infracciones tributarias muy graves. Por tanto, concluye que se trata de un deudor «de buena fe» y le libra de abonar los más de 60.000 euros que debía a las distintas entidades financieras de crédito rápido.
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