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La salud de esta expempresaria granadina ha empeorado mucho en los últimos meses. PEPE MARÍN
«Soy pensionista hace unos días y estoy pidiendo la eutanasia»

«Soy pensionista hace unos días y estoy pidiendo la eutanasia»

La granadina, exquisita en el trato y dulce y delicada en un grado extraordinario, pide perdón por su emoción

Yenalia Huertas

Granada

Domingo, 3 de julio 2022, 23:45

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Cuando Gracia empezó a enfermar de fibromialgia sentía de todo: pinchazos de calor, dolores, pérdida de fuerza... «Incluso se me iban las cositas de la mente», explica a IDEAL con la voz y el rostro temblorosos. Ahora, tras el calvario de estos últimos años y pese a ganar su batalla judicial para percibir una pensión, no logra ver la luz.

«No pienso ya en el futuro, ya he pensado bastante... y no. Vivo el día a día, tengo que vivir al día a día, lo que se me vaya presentando. No puedo pensar nunca en mañana», manifiesta, para confesar que intentó quitarse la vida «por no poder más». «Soy pensionista desde hace unos días y estoy pidiendo la eutanasia. Quiero que quede también claro, porque no nos hacen el suficiente caso, no nos tratan lo suficiente que nos tienen que tratar y acaba una agotada. Y ya no son depresiones ni ansiedad, es la realidad», añade.

El despacho que tiene en Armilla su abogado, Miguel Garrido, es el lugar donde transcurre la entrevista y, tras estas últimas palabras de Gracia, se hace el silencio. «La estoy pidiendo de verdad, no puedo más... esto es horrible», llora.

A continuación, la granadina, exquisita en el trato y dulce y delicada en un grado extraordinario, pide perdón por su emoción. Hoy (por el martes 24 de mayo) se ha levantado «especialmente sensible». Ha pasado una mala noche «por los espasmos del postpolio».

La exempresaria se recompone tras recibir el consuelo de quienes la escuchan y aprovecha para lanzar un mensaje que haga disminuir los suicidios, el deseo de morir de estos pacientes: «Pediría que hubiese un poquito más de ayuda para todas las compañeras y compañeros que tienen esta enfermedad tan severa y tan incapacitante. Por favor, que nos ayuden un poco más, porque nos ayudan los abogados más que los médicos. No estamos mal de la cabeza; estamos enfermos».

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