La peluquera iraní que transforma sus peinados en obras de arte: «Me gustaría hacer la Alhambra»
Atefe Kabiri, que cuenta con 2,9 millones de seguidores en Instagram, ha visitado por tercera vez Granada para impartir una masterclass
Atefe Kabiri está enamorada de Granada. La peluquera iraní, que cuenta con 2,9 millones de seguidores en Instagram, ha visitado por tercera vez la ... ciudad de la Alhambra para compartir las técnicas que aplica a la hora de hacer sus peinados; con algunos de ellos ha llegado a hacer auténticas obras de arte.
La estilista asegura que para ella peinar, más que un trabajo, es una terapia. «Ni siquiera me entero del tiempo que pasa cuando estoy peinando, solo sueño con hacerlo día y noche, me cura el alma», afirma. Para Kabiri ejercer esta profesión es también una forma de sentirse libre: «Solo necesitas de ti misma y tus manos, eso es algo que siempre me ha gustado. Además, vayas donde vayas tienes trabajo, pues donde vive una mujer, se necesita una peluquera».
Sin embargo, nunca pensó que se haría tan conocida por su trabajo y que este tendría tanta repercusión; sus vídeos cuentan con millones de reproducciones en redes sociales. Eso sí, Kabiri siempre ha creído que si haces aquello que realmente te apasiona, con el tiempo te llegará todo los demás. «Eso fue lo que me pasó a mí», sostiene.
El hecho de poder ser una «mujer independiente» es otro aspecto que le ofrece este trabajo y que «realmente le llena», el no tener que depender de un hombre económicamente. «Por eso también decidí hacerlo. En Irán suele ser el hombre el que paga y yo quería esa libertad económica».
De peinados comunes a crear la misma Torre Eiffel
El pasar de hacer peinados comunes a verdaderas obras de arte fue una inspiración que le vino a raíz de querer unir la pasión por su trabajo y el amor por su país. De esta forma, la primera recreación que hizo fue un monumento de Irán, y luego vinieron otros, como la Torre Eiffel, la Torre de Pisa o un barco pirata, que tan virales se han hecho. «Ahí me di cuenta de las cosas que puedo hacer con las manos, que no son solamente unas ondas o un recogido, sino también plasmar los diferentes lugares de cada ciudad en el pelo de una persona», explica.
En el caso de la Torre Eiffel, no fue tan sencillo. Este peinado se le estropeó dos veces y tuvo que recrearlo una tercera. «Me costó muchísimo», recuerda. Y lo mismo le pasó cuando intentó hacer un paraguas, tuvo que repetirlo una segunda vez, empezar desde cero.
Kabiri señala que suele dedicar entre dos y cuatros días para hacer este tipo de peinados. «Al final es prueba y error, no es algo que nadie me haya enseñado; es probar, quitar y poner, lo hago todo yo misma». Y si se le hace de noche, quita la figura de la cabeza de la modelo y continúa al día siguiente.
En este sentido, es inevitable preguntarle si piensa recrear la Alhambra. Es la tercera vez que viene a Granada invitada por el Salón Ana Pérez Beauty para dar una masterclass y confirma que le encanta la ciudad. «Es algo que me gustaría hacer», manifiesta, aunque tendría que estar 100% segura de que el resultado va a ser satisfactorio. «Soy muy detallista y la Alhambra es algo tan conocido y le tengo tanto respeto que si decido recrearlo tengo que estar muy segura de poder hacerlo bien», apunta. «Pero si algún día encuentro la fórmula, lo haré».
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