Recuperemos el Pacto por Granada

Al comienzo de ese mandato, la alcaldesa pareció rechazarlo y, con toda humildad, creo que es un error despreciar un documento donde hay un diagnóstico tan claro de nuestras debilidades y fortalezas y los pasos a seguir para revertir las situaciones más endémicas de nuestra provincia. Sería deseable que el Ayuntamiento volviese a retomar el liderazgo en esos puntos y recuperase el espíritu de aquel documento. Entiendo que la defensa de la ciudad ha de estar por encima de cualquier otro condicionante. Nada puede presidir nuestra tarea que no sea esa: Granada por encima de todo. No pierdo la fe en que eso sea posible.

Granada tiene que doler siempre, ante todo y ante todos. Todavía recuerdo en 2016 el trabajo que tuve que realizar con el Gobierno de la Junta para poner en marcha un metro que no arrancaba, fruto de los años de bronca entre unos y otros. En aquel momento era Granada lo único que importó, aportando esa visión metropolitana necesaria para entender lo que aquí pasa y la necesidad de poner en marcha un sistema de transporte público que reportaría enormes beneficios a nuestra ciudad, tal y como se ha demostrado con los años. También recuerdo el acuerdo que arranqué a la presidenta de la Junta para que el Gobierno autonómico se comprometiera en la estrategia de integración ferroviaria de la ciudad. O más recientemente, la defensa que hice de Granada en el caso de la Aesia llevando hasta el Tribunal Supremo la decisión del Gobierno de España. Esa actitud, que no es más que la que se espera de un representante público que defiende a su ciudad por encima de todo, es la que invito a que adopte el Ayuntamiento, comportamiento que siempre contará con nuestro apoyo.

Si algo tengo claro es que esta ciudad es capaz de lograr todo lo que se proponga. El Pacto por Granada nos marcaba el camino. Conseguimos acabar con más de tres años de aislamiento ferroviario y recuperar las conexiones ferroviarias; conseguimos traernos el legado de Federico García Lorca a la ciudad y acabar con años de enfrentamientos y hostilidades absurdas; conseguimos hacer de la ciencia y la innovación elementos vertebradores en el relato de la ciudad dando la importancia que tienen a los centros de investigación que desarrollan un trabajo fundamental desde Granada para el mundo; conseguimos tejer una alianza fundamental con la Universidad, nuestra principal industria, promoviendo sinergias hasta la fecha desconocidas; conseguimos abrir la puerta a empresas multinacionales que vieron en Granada un territorio óptimo para invertir y crear empleo; sumamos al Ayuntamiento en la estrategia del acelerador de partículas; pusimos a la inteligencia artificial en el centro del debate político y logramos para nuestra tierra la sede del AdiaLab; proyectamos una réplica del PTS en otra zona de la ciudad para hacer allí un parque empresarial de base tecnológica para las empresas de nuestra tierra en los suelos de Cetarsa; logramos traer el Día de las Fuerzas Armadas, la gala de los Goya, llenamos las calles de cultura, de música, de vida… Así es como se trabaja en la recuperación del orgullo de una ciudad tan grande como la nuestra.

Ojalá la ciudad tuviera una voz contundente y firme para defenderla de los ataques que inexplicablemente sufre Granada por parte de la Junta de Andalucía con la Escuela Andaluza de Salud Pública, Cetursa Sierra Nevada o el Parque de las Ciencias; o frente a la descapitalización de la Alhambra, o para reclamar una gestión no dirigida a la sobreexplotación del monumento; o para exigir que barrios como Chana o Genil estén conectados por metro con el aeropuerto y la conurbación sur del área metropolitana; una voz para que Granada sea tratada como el resto de ciudades es aspectos tan importantes como las inversiones en temas relacionados con las infraestructuras judiciales de la que es capital judicial andaluza, o el dinero que recibe la Orquesta Ciudad de Granada comparada con las formaciones de Sevilla y Málaga. Esa voz se alzó en el Pacto por Granada; recuperemos su eco. Granada tiene por delante desafíos, retos y la lucha por un presente con escollos que evitar para mejorar su futuro. Juntemos nuestras voces como fuimos capaces de hacer para desde la unidad de todas y todos, hacer un frente común para la defensa de Granada.