Nacido en Granada: el origen del rebujito, la famosa bebida de la Feria de Sevilla
El rebujito se inventó en 1985 por unos farmacéuticos mientras montaban su caseta para el Corpus
A. Arenas | Ideal
Miércoles, 17 de abril 2024, 10:51
Poca duda cabe, visto lo visto estos días en los medios y las redes, que la Feria de Sevilla adquiere cada vez más trascendencia internacional. ... Estos días la capital andaluza se convierte en centro de muchas miradas por su famosa feria y, asociada a ella, siempre se nombra su bebida más conocida: el rebujito. Sin embargo, este combinado no tiene origen en tierras hispalenses, sino que sus primeros pasos los dio en el Corpus de Granada. Hoy día no hay fiesta andaluza en la que no esté presente.
Como muchos y transcendentales inventos a veces no son fruto de profundos estudios o campañas comerciales sino de la pura casualidad. El farmacéutico Antonio Baquero explicó que «el rebujito es una bebida creada por los farmacéuticos granadinos en la Feria granadina del Corpus del 1985, en la caseta 'La Rebotica'. La comisión de fiestas con la que esta caseta iniciaría su andadura, siendo presidente de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos granadino Francisco Ortiz de Saracho, estaba formada por José Luis Nestares García-Trevijano, Paco Fidalgo, Jesús Cabo, los tres fallecidos, además de Pepe Parejo y como responsables de la barra, Luis y Andrés, del bar de la Facultad de Farmacia, que fueron testigos. Como es habitual en este tipo de »empresas« la caseta se montó con la aportación de los farmacéuticos con oficina de farmacia más la colaboración de distintos laboratorios.
Un año antes había nacido la Caseta del Real Club de Farmacéuticos de Sevilla, tesitura que aprovecharon sus «hermanos» granadinos para solicitar gran parte de sus elementos decorativos, al tiempo que alquilaron el armazón y las lonas de la carpa de su caseta a 'Los amigos del Compadre' de tal forma que según cuenta, Pepe Parejo esa primera caseta de «La Rebotica» se asemejaba a una auténtica botica hasta el punto de que hubo vecinas del barrio de Almanjáyar que se acercaban con sus bebés a comprar leches infantiles y potitos.
Sería durante el montaje de la caseta cuando, debido al calor y cansancio, echaron mano a algo para refrescarse. Entre los trastos, cajas y restos del año anterior encontraron un par de cajas de botellas de vino amontillado del Laboratorio Calmante Vitaminado que les había hecho llegar su propietario Diego Pérez Giménez. Tras probarlo comprobaron que estaba algo «picaíllo», por lo que decidieron añadirle algún refresco, en este caso Seven Up. El caso es que mejoraron tanto el sabor y el resultando fue tan bueno que «que durante el resto del montaje de la caseta y durante todas las fiestas del Corpus, se convirtió en la bebida de moda, pero ya era con Sprite».
De hecho cuenta Parejo que «entre las que se bebieron, se llevaron y se regalaron, desaparecieron rápidamente». En cuanto a la denominación, explica Baquero que García-Trevijano o Güí, como le conocían los amigos, recordaba que por Huelva llamaban rebujo a un vino que se mezclaba con azúcares y agua carbonatada.
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