Una operada de apendicitis reclama al SAS por quemarle con la chispa de un bisturí
La paciente pedía ser indemnizada con cerca de 79.000 euros, pero el Consultivo concluye que debería percibir 9.342
Ocurrió en 2017 en un centro hospitalario de Granada, pero no ha llegado hasta ahora al Consejo Consultivo de Andalucía. Se trata de una reclamación ... de responsabilidad patrimonial dirigida contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por una mujer que fue operada de apendicitis y que salió del quirófano con quemaduras de cierta entidad. El motivo: una repentina chispa del bisturí prendió unas gasas, chamuscándole la piel.
Así figura en el dictamen emitido sobre este caso por el Consejo Consultivo, fechado el 1 de julio y al que ha tenido acceso IDEAL. En él, el órgano fija en 9.342 euros la indemnización que, a su juicio, la afectada, S. F. A., debería de cobrar por el daño que se le ocasionó y el perjuicio estético que se le ha quedado. Ella pedía cerca de 79.000 euros.
La paciente ingresó el 13 de octubre de 2017 en el Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario Virgen de las Nieves por sospecha de apendicitis aguda. El informe emitido por el Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo el 25 de junio de 2019 recoge que no tardó en ser intervenida, pues entró en quirófano «a las pocas horas», tras recibir la información pertinente tanto ella como su familia.
«En el quirófano de urgencias se realizó delimitación del campo quirúrgico, se pintó con Bactisectic 2%, por menor índice de hipersensibilidad según recoge instrucciones del producto, y se colocaron los paños quirúrgicos adhesivos», detalla el informe.
Las quemaduras se produjeron una vez extirpado el apéndice. Mientras se utilizaba el bisturí eléctrico, «se produjo una pequeña chispa que prendió los paños durante unos segundos e inmediatamente se procedió a sofocar la llama con suero y paños secos».
La llama, que prendió los paños unos segundos, se sofocó con «suero y paños secos»
Tras el inesperado accidente, que el centro hospitalario no niega que ocurriera, los facultativos observaron «únicamente la presencia de algunas flictenas a nivel cutáneo, fundamentalmente en la zona de superposición de los paños quirúrgicos autoadhesivos».
Una vez concluida la intervención, se explicó tanto a la afectada como a la familia «que el procedimiento quirúrgico había transcurrido sin incidencias, a excepción de lo reseñado con anterioridad». La mujer decidió reclamar entonces por las quemaduras que sufrió, ya que necesitó curas, tratamiento y revisiones.
Según explicaron fuentes del propio órgano de consulta, el dictamen emitido en este caso era preceptivo pero no es vinculante. Esto significa que el SAS puede seguir el criterio del Consultivo o no, y que ella siempre puede litigar si no está de acuerdo con la indemnización que contempla.
Cirugía plástica
En el dictamen que valora lo acontecido, se narra que cuando la paciente salió de quirófano e ingresó en planta se llevaron a cabo curas de las quemaduras y se giró interconsulta con Cirugía Plástica y Reparadora, donde se le citó para seguimiento.
S. F. A. tuvo revisiones «sistemáticas y frecuentes» por el mismo equipo quirúrgico que la intervino, que llevó un control «estrecho» tanto de la evolución clínica de la intervención quirúrgica como de la evolución de la herida causada por el accidente. Aparte, acudió a consulta de Cirugía Plástica durante un año y recibió «tratamientos locales mediante corticoides y antibiótico, así como crema hidratante y aplicación de Micropore 3M», especifica el documento.
Para el Consultivo, lo cierto es que «es un hecho acreditado que la paciente sufrió quemaduras de cierta entidad durante la intervención quirúrgica a la que fue sometida, aunque fueran accidentales». Por ello, se considera que el daño a la paciente fue causado por la asistencia sanitaria que se le dispensó, aunque ve «excesivamente elevada» la suma que ella reclamaba.
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