La obra de los nuevos pisos de Santa Adela encara su fase final y se entregarán en otoño
El grado de ejecución ronda el 99,2% y se estima que en unos diez días ya se retiren los andamios de la fachada del bloque y se realicen los remates previos a la preparación de la mudanza de los vecinos
Leticia M. Cano
Granada
Viernes, 8 de agosto 2025, 00:23
El edificio de Santa Adela está prácticamente listo para recibir a sus vecinos, que se mudarán en el último tercio de 2025. Según confirmaron fuentes ... de Urbanismo, el grado de ejecución de las obras es del 99,2%; lo que queda son apenas remates. Su fachada ya está casi terminada y a la espera de que se retiren los andamios y se instale el aire acondicionado para, a diferencia del edificio colindante –entregado en 2019–, recubrirlos con chapa y que los aparatos no se vean desde el exterior.
Según fuentes consultadas, la retirada de los andamios está prevista, si no hay cambios de última hora, para el próximo 18 de agosto, que será cuando comience la fase final de la intervención: terminar la parte de la urbanización, algún remate en los locales de la planta baja y, respecto al interior, «lo que queda es la limpieza», añaden estas mismas fuentes. Todo se pretende que esté entre septiembre y octubre.
Las obras, que comenzaron el pasado 27 de julio de 2023, consisten en la sustitución, tras su demolición, de 94 casas deterioradas por un edificio moderno con 122 viviendas de protección oficial, locales en planta baja, cocheras y trasteros, destinadas en su totalidad a los vecinos incluidos en el ámbito de actuación. Además, se trata de la reurbanización de 2.500 metros cuadrados de viales y la construcción de dos espacios libres con una superficie de 4.315 metros cuadrados.
De los 122 pisos construidos, sesenta serán para los actuales vecinos de Santa Adela adheridos a esta fase, mientras que el resto se pusieron en venta. Según las fuentes consultadas, quedan «muy pocos» pisos disponibles, de forma que, el edificio, a finales de 2025 se encontrará habitado prácticamente en su totalidad. «Yo soy vecino de aquí y ya queda muy poquito para que nos mudemos», comenta uno de los agraciados con la ilusión intacta. A cada instante pasa a revisar –desde el exterior– que su vivienda avanza a buen ritmo y que la entrega de las llaves está «a la vuelta de la esquina».
Las grúas, que suben y bajan sin descanso, todavía están instaladas. Los operarios trabajan en la parte interior, mientras que uno de ellos recibe fuera los materiales que transporta la grúa hasta la parte más baja. Es allí donde aún queda un poco de caos dentro del orden que muestra el edificio. Será durante este mes de agosto cuando finalicen la parte baja, que aún cuenta con diversos contenedores de escombro, y, este mismo mes, se darán por finalizadas las obras de esta fase. Será entre noviembre y diciembre, según estima Urbanismo, cuando los propietarios reciban sus llaves y comiencen con la mudanza. Este proyecto consta de 122 viviendas, 79 trasteros, 71 plazas de aparcamiento y siete locales. De dichos inmuebles, 98 están protegidos en régimen especial y 24 en régimen general. Con respecto a los aparcamientos, 24 plazas están protegidas, al igual que 24 trasteros, a diferencia de las 28 plazas de aparcamiento que están en régimen general y de los siete locales, 55 trasteros y 19 plazas de aparcamiento que son libres, según el proyecto que se aprobó.
Una larga historia
La reconstrucción del barrio, que comenzó en el 2003, contaba con cinco fases de derribo y construcción de inmuebles. Por ello, tras habilitar este inmueble, se destruirá el edificio de enfrente con el objetivo de construir nuevos parques y edificios para seguir reconstruyendo el barrio que ya respira una nueva vida. «Aquí tenemos mucho trabajo y va a ser un cambio impresionante», añade un trabajador. Las obras se adjudicaron a Construcciones Serrot y se presupuestaron en más de 12 millones de euros más IVA. Con este dinero se han sustituido las viviendas situadas en las calles Pingarrón, 8 y 10; San Lorenzo,7; Ebro, 7, 9 y 11 y Santa Adela, 32,34 y 36.
El pasado mes de abril, la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, recordó que fue el Gobierno andaluz el que «tomó las riendas y concedió una prórroga para evitar la pérdida de la subvención de 6,8 millones otorgada al Ayuntamiento, de los 13 millones de inversión total con los que cuenta esta intervención de Santa Adela». El propio Ayuntamiento fue el que aportó más de seis millones de euros, lo que supuso casi el 50% de la inversión total, mientras que el resto ha sido subvencionado por la administración autonómica.
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