Los objetos íntimos de Benedicto XVI que se quedan en Granada
Sus zapatos y sus medias protocolarias, así como una de sus sotanas blancas, forman parte de la colección que atesora el Museo de San Juan de Dios en la Casa de los Pisa
José Antonio Muñoz
Granada
Jueves, 5 de enero 2023, 10:59
Cuando en la plaza de San Pedro se están oficiando los funerales por el alma de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, y ... el mundo católico reza por el alma del primer pontífice moderno que antepuso el bien de la institución que dirigía al suyo propio, es interesante contar que parte de su legado material quedará para siempre en Granada. Algunos de sus objetos íntimos de uso diario forman parte de la colección del Museo de San Juan de Dios Casa de los Pisa, situado junto a plaza Nueva, en la última morada del Santo en la tierra.
El legado del Papa Ratzinger se concreta en unos zapatos, unas medias y una sotana blanca de uso diario. Tal y como afirma el director del Museo, Francisco Benavides, estos recuerdos fueron entregados a la comunidad de Hermanos de San Juan de Dios de la Farmacia Vaticana, después de que el Papa renunciara a la Silla de Pedro el 28 de febrero de 2013. «Los Hermanos de San Juan de Dios son los responsables de la Farmacia Vaticana desde su fundación, a finales del siglo XVIII, y además, son los enfermeros personales de los pontífices. De hecho, en estos días, se ha visto en un vídeo en la capilla privada de las estancias donde vivía Benedicto XVI y donde reposaron sus restos, donde entre las pocas personas que se encuentran presentes están dos hermanos de la Orden, el prior de la Farmacia Vaticana, y el hermano Eligio, que ha sido su enfermero privado desde siempre, asistiéndole en el momento de su muerte», destaca Benavides.
Cuando los hermanos que trabajaban en la Farmacia Vaticana recibieron el regalo, lo enviaron a Granada como un recuerdo para ser expuesto junto a la colección de reliquias en el Museo Casa de los Pisa. «Aquí tenemos además otras muchas reliquias de otros Papas», recuerda. «La singularidad de este Papa hizo que fuera una sorpresa para todos el recibir estos recuerdos en este recóndito rincón de la Cristiandad», añade el director de la Casa de los Pisa.
Curiosamente, el Papa ha sido amortajado con unos zapatos negros, ya que no era un pontífice en ejercicio, y el actual, Francisco, ha renunciado a este elemento protocolario, que se remonta al Imperio Bizantino y cuyo color simboliza el poder, dado que solo el emperador, la emperatriz y el Papa estaban legitimados para llevarlo en ceremonias públicas. En los zapatos conservados en Granada se puede leer claramente, bordada en letras doradas, la leyenda «B. XVI», la inicial y el ordinal del Pontífice. Son obra del zapatero peruano Antonio Arellano, que tiene su zapatería en el barrio romano del Borgo.
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