La nueva norma de reciclaje de residuos de obra complica las reformas menores
La Junta de Andalucía estudia una moratoria a la prohibición de que las plantas de reciclaje acepten contenedores con materiales mezclados
Inés Gallastegui
Granada
Domingo, 24 de agosto 2025, 01:00
La Ley 7/2022 de Residuos y Calidad de Suelos para una Economía Circular, adaptación española de la directiva marco europea, establece la obligación de ... reciclar y valorizar casi todos los desechos que produce la vida doméstica, social y económica. Una de las últimas disposiciones en entrar en vigor fue la segregación de residuos de construcción y demolición (RCD) no peligrosos, que entró en vigor el 1 de enero de 2024 pero está tardando más en hacerse efectiva por las dificultades prácticas que conlleva. La separación de los residuos por materiales obliga a disponer de varios contenedores diferentes y trasladarlos a las plantas de reciclaje correspondientes por separado, una condición factible en grandes promociones inmobiliarias, pero complicada de cumplir para un particular que realiza una pequeña reforma en su vivienda.
En las obras de demolición, se debe garantizar la retirada segregada de los diferentes materiales: madera, fracciones de minerales –hormigón, ladrillos, azulejos, cerámica y piedra–, metales, vidrio, plástico y yeso, cada uno en diferentes contenedores.
A comienzos de este año la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente recordaba en una comunicación a gestores de inertes que, si no logran acreditar el tratamiento de esos materiales, tanto el promotor de la obra como los establecimientos que se dedican a su recogida y reciclaje pueden incurrir en una infracción castigada con multas de entre 2.001 y 100.000 euros.
En Málaga la negativa de las plantas a admitir residuos mezclados provocó la acumulación de 3.000 cubas en las calles
El objetivo de esta legislación es favorecer el reciclaje, reutilización y valorización de los residuos de obras y reducir el volumen de escombros que acaban en vertederos y causan daños al medio ambiente y la salud de las personas. Sin embargo, en algunos casos su aplicación está teniendo efectos indeseados.
Residuos difíciles
En Málaga el control de su cumplimiento por parte de la delegación territorial de Medio Ambiente derivó hace unas semanas en una situación crítica, cuando la negativa de las plantas de reciclaje a aceptar contenedores con residuos mezclados propició la acumulación de más de 3.000 cubas en las calles.
La Asociación de Transportistas de Contenedores de Málaga denunció que los residuos de las obras menores que se realizan en viviendas, locales o bajos comerciales «son depositados de forma descontrolada en los contenedores» de la calle, donde permanecen durante semanas, lo que favorece que otras personas arrojen a su vez más desperdicios. En resumen, los transportistas se han topado con un «bloqueo total».
Ley 7/2022
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Residuos de construcción y demolición Los promotores de obras y demoliciones deben separar los residuos por materiales en diferentes contenedores para: madera, fracciones minerales (hormigón, ladrillos, azulejos, cerámica y piedra), metales, vidrios, plástico y yeso, desde el 1 de enero de 2024.
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Sanciones La responsabilidad del productor inicial o poseedor del residuo concluirá cuando quede debidamente documentado el tratamiento completo adecuado de los residuos recogidos por separado. El incumplimiento de esa obligación dará lugar a multas desde 2.001 euros hasta 100.000 euros.
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La situación en Granada es distinta. Fuentes de la Asociación de Promotores y Constructores y de la Asociación General de Transportistas de Granada señalaron que en esta provincia no se están produciendo los problemas de la vecina Málaga.
Miguel Ángel Robles, propietario de Contenedores Alhambra y de la planta de reciclaje Ecoinertes de la Chana, apunta sin embargo que la aplicación de la nueva ley no es un camino de rosas. Por un lado, comparte con los transportistas malagueños la preocupación ante la imposibilidad de tratar determinados residuos para los que ninguna planta de la provincia está preparada, como son el yeso laminado, el PVC o el papel y el cartón manchados. La planta más cercana que los recoge está en Córdoba.
Por otro lado, el también vicepresidente de la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos de Construcción y Demolición (Agreca) de Andalucía reconoce que no todas las plantas de la provincia –hay media docena– están siendo igualmente rigurosas con el cumplimiento de la normativa. En consecuencia, los transportistas encuentran salida a sus contenedores aunque los residuos no estén segregados y no se llega al bloqueo. Robles recuerda además que la actividad del sector de la construcción de Granada no alcanza el volumen de Málaga, por lo que, de producirse un atasco de contenedores sin recoger, tardaría mucho más en notarse.
Asimismo, el empresario subraya que este procedimiento obligatorio por la aplicación de la nueva Ley de Residuos y Economía Circular encarece notablemente las obras de construcción y demolición, ya que el tratamiento de algunos residuos es bastante más costoso debido a la escasez de plantas que los gestionen.
Pese a todo, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente confirman a esta redacción que están estudiando «cómo poder articular una moratoria para la aplicación de las exigencias de la normativa», que, recuerdan, es de ámbito estatal.
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