La nueva Andaluces pasa por la recuperación del antiguo edificio

Los proyectos encargados están dirigidos a convertir la terminal en el principal nodo de comunicaciones de la capital. En esa dirección se enmarcan medidas como la duplicación de la superficie hasta los 5.000 metros cuadrados, la posibilidad de integrar las vías del metro para facilitar la extensión del edificio a la parcela que colinda con el campo de rugby de la UGR o la construcción de un intercambiador de buses en el lateral más cercano a los Paseíllos Universitarios.

No obstante, las propuestas, que deben ser ratificadas en los próximos años con los estudios encargados la semana pasada, no pierden de vista la idea de afianzar Andaluces como un mirador desde el que disfrutar del 'skyline' nazarí, con la Alhambra y Sierra Nevada como telón de fondo, y asombrar a los visitantes desde el primer minuto de llegada. Es en ese contexto en el que se encuadran actuaciones previstas en la integración, como la exigencia de que el nuevo vestíbulo de la estación tenga grandes ventanales hacia el este o la construcción de una nueva plaza con acceso principal desde las facultades.

El camino para llegar hacia la nueva estación, sin embargo, no depende exclusivamente de la integración. Así lo reflejan los propios pliegos técnicos aprobados la semana pasada por el ministerio, que aclaran que ya hay intervenciones previstas encaminadas a mejorar la terminal.

La más relevante es la recuperación del viejo edificio de la estación. Como se expone en la documentación, que es accesible para la ciudadanía a través de la plataforma de contratación del Estado, ADIF tiene previsto redactar el proyecto para reabrir parte del inmueble y mejorar su conexión con la ampliación que acometida en 2019.

La parte en la que se va a actuar es la primitiva, cuyas raíces se hunden hasta la llegada del ferrocarril a la ciudad en el siglo XIX. Fue entonces cuando se decidió ubicar las instalaciones en la parte oeste de Granada, fuera del núcleo urbano de entonces, con objeto de facilitar la salida de ramales hacia Antequera y Almería. Desde entonces, el inmueble sobre el que se actuará ahora se ha ido parcheando durante décadas hasta quedar cerrado en 2019, cuando se apostó por reubicar los accesos en la ampliación construida al este y cortar el acceso al antiguo 'hall'.

Ahora se pretende recuperar el uso para separar los flujos de viajeros, uno de los problemas detectados con la configuración actual de la estación. A la vieja estación le correspondería la función de vestíbulo de llegadas, según revelan los documentos del ministerio, que apuntan a que la iniciativa se encuentra en fase de redacción del pliego para la redacción del proyecto.

A la espera de que se avance en la tramitación de la recuperación del viejo edificio, ADIF sigue dando pasos adelante en otra de las intervenciones de mejora prevista en la estación antes de la llegada de la integración. Son las obras complementarias de Andaluces con las que se quiere dar un 'lavado de cara' a las instalaciones y revisar todos sus sistemas.

Con una inversión de 3 millones, los trabajos, que implican la eliminación de la antigua nave Asdlan y pequeñas mejoras en las fachadas y cubiertas de la estación, se adjudicaron a Dragados en marzo pasado y tienen un plazo de ejecución de 8 meses.

Según detallaron este lunes fuentes de ADIF a IDEAL, en estos momentos se están terminando las tareas preliminares administrativas y de documentación –que están relacionadas con materias como la seguridad o la salud– que debe realizar el contratista. El arranque de las obras, que estaba previsto para el segundo trimestre de este año en la planificación del Ministerio de Transportes, debe ser, por tanto, inminente.