MercaGranada recupera la normalidad en el noveno día de paro indefinido
La nave de la fruta funciona con un volumen de ventas del 50% mientras que se agrava el desabastecimiento de pescado por el paro de los pescadores
Noveno día de paro indefinido de los transportistas y Granada baja el pistón de la protesta de transportistas, tras una intensa jornada anterior en la ... que desde MercaGranada partió una caravana con centenares de camiones y y tractores llegados de todos los pueblos que generó problemas de tráfico en la entrada a la ciudad por la Avenida Andalucía y la Circunvalación.
Desde primera hora de este martes, los accesos de MercaGranada han amanecido despejados, sin piquetes informativos, aunque sí se mantiene la presencia policial y durante toda la noche se ha podido trabajar con normalidad en el operador logístico. Eso sí, las ventas siguen desplomadas por el paro de transportes y también la afluencia de clientes dista de la de una jornada normal.
«Los clientes vienen todavía con miedo, en sus turismos particulares, no quieren coger el camión por si les paran o se encuentran un piquete. Me preguntan todos los días cómo están los accesos», explica Cristóbal Uribe, propietario de 'El Botas', una de las empresas mayoristas de fruta del operador logístico.
«Desde comenzó el paro hemos perdido más de la mitad de las ventas. Los principales problemas de desabastecimiento están en la fruta que viene de Almería, Alicante y Murcia. Los camiones de Barcelona, Valencia, Vera o Huércal Olvera sí están llegando», apunta el empresario, que muestra su comprensión con las motivaciones que han llevado a los transportistas a secundar el paro.
El director comercial de MercaGranada, Julián García Braojos, ha explicado que el operador logístico va recuperando la normalidad de funcionamiento, a pesar de los problemas de desabastecimiento que se agravan en el caso del pescado, ya no tanto por la huelga de transportes sino por el parón de la flota pescadora que no está saliendo a faenar.
Sin piquetes
Por otra parte, después de la agotadora jornada de protesta de ayer, los transportistas han bajado la intensidad de la presión en la calle y no montaron piquetes informativos desde primera hora. Más tarde sí ha habido presencia de transportistas en los centros logísticos de MercaGranada o la plataforma de Covirán en Atarfe.
Esta mañana algunos de los camioneros que secundan el paro han acudido, como gesto simbólico, a darse de baja como socios de la Asociación Granadina de Transportistas, que pertenece a la Patronal del sector Fenadismer, al entender que no los está representando en esta protesta convocada por la Plataforma en Defensa del Transporte de Mercancías.
La asociación, que no está reconocida por el Gobierno como interlocutor oficial, está integrada por pymes y autónomos de toda España y a raíz de la protesta está ganando apoyos por días. Por otro lado, la Patronal Fenadismer y, por tanto, la Asociación Granadina de Transportistas, que se integra en la Federación que negocia con el Gobierno, se ha sumado hoy al paro del sector a nivel nacional.
El PP tacha de «sectaria» la decisión de impedir la entrada a los camiones
El portavoz del Grupo Popular del Ayuntamiento de Granada, César Díaz, ha calificado de sectaria la decisión del alcalde de prohibir la entrada de vehículos de más de 3500 kilos a la capital «en un intento a la desesperada de tapar las vergüenzas de la dejación de funciones que el Partido Socialista está haciendo en La Moncloa mostrando su incapacidad para dar respuesta a la delicada situación económica que atravesamos».
«Hoy hemos conocido la peor versión de un alcalde que se dice demócrata y utiliza una institución como el Ayuntamiento de Granada para firmar un decreto con el que pretende callar las reivindicaciones que se están lanzándose por la simple razón de ser contra el Partido Socialista y Pedro Sánchez. Hoy el alcalde ha demostrado su sectarismo y para qué o quién gobierna dando la espalda y cerrando las puertas de Granada a todos aquellos que, en su legítimo derecho, quieren alzar la voz«, ha valorado.
A su juicio, Paco Cuenca «sienta hoy un precedente muy peligroso propio de otros tiempos, pero acorde a la actitud de un Gobierno incómodo con el estado de derecho, incómodo en el Congreso y con todo lo que supone rendir cuentas a los españoles».
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