Ángel Bañuelos | Presidente del Centro Unesco de Andalucía

«No hay ningún cartel en todo el Albaicín que informe de que el barrio es Patrimonio de la Humanidad»

«Para las viviendas privadas –manifiesta– sería preciso un gran acuerdo con los propietarios que facilitará la intervención de la brigada de operarios». «En el caso de las murallas –agrega– nos encontramos con que la titularidad es del Ministerio de Cultura, pero su limpieza corresponde a la Junta». Ahí es donde se precisa que vayan todos a una, subraya Bañuelos. También advierte de que los procesos son largos cuando el pintarrajo se ha hecho en los muros de un Bien de Interés Cultural –en el Albaicín hay 28– y se requiere la autorización de la Delegación de Cultura. «Hay que ser ágiles».

Pero urgen otras medidas que vayan más en la línea de la información y la concienciación. En este sentido, el representante del Centro Unesco de Andalucía llama la atención sobre que «en todo el Albaicín no haya ni un solo cartel que informe a los visitantes que está en un barrio que es Patrimonio de la Humanidad».

«La vigilancia y las sanciones son necesarias porque estamos hablando de delitos contra el patrimonio, pero hace falta la puesta en marcha de campañas de sensibilización en los colegios, pero también en otros ámbitos», segura Bañuelos. «El gran objetivo –prosigue– no es solo que cada uno de nosotros se mentalice del extraordinario valor que tienen nuestros monumentos, sino que también se lo hagan ver a los demás».