«La muerte súbita en mayores de 35 años crece si practican deporte de competición»
El responsable del área de Cardiología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves analiza las claves del fallecimiento del ciclista infartado en Alhama de Granada y pone el foco en la prevención de las enfermedades cardiovasculares
La muerte del participante en la Media Maratón Tajos de Alhama BTT por un infarto ha dejado en 'shock' al mundo del deporte granadino. ... Se trataba de un vecino de Loja de 49 años, sin patologías previas y más que habituado a las exigencias de la bicicleta de montaña de larga distancia. Sin embargo, su corazón dijo basta en el kilómetro 37 sin que los sanitarios pudieran hacer nada por salvar su vida. ¿Cuáles fueron las causas?
El doctor responsable del área de Cardiología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Eduardo Molina, ha explicado a IDEAL las claves de lo sucedido en Alhama de Granada. «La muerte súbita se produce de manera aleatoria y repentina en el paciente tras una parada cardiorrespiratoria. Esta surge en la mayoría de los casos como consecuencia de una enfermedad coronaria. También puede producirse a partir de arritmias o de una miocardiopatía», afirma Molina.
Las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio durante la práctica deportiva varían dependiendo de un factor clave sobre el que el doctor hace hincapié: la edad. «A partir de los 35 años, los problemas cardiovasculares pueden aparecer con más frecuencia cuando se somete al organismo a esfuerzos máximos», relata. «Según los datos de la Asociación Estadounidense del Corazón, la muerte súbita aumenta en los pacientes que superan esta barrera de edad y que practican deporte de competición o a una intensidad por encima de lo normal».
De cara a evitar trágicos sucesos como el de Salvador Luque, el ciclista infartado en la media maratón, el doctor del Virgen de las Nieves sitúa el foco en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Además de identificar posibles casos previos en el historial familiar, el paciente debe someterse a diversas pruebas médicas al cumplir 35 años si pretende continuar realizando estas prácticas deportivas.
«Al menos, un electrocardiograma, un ecocardiograma y una ergometría. Esta última consiste en una revisión de la actividad del corazón durante un ejercicio físico intenso. Aunque el riesgo nunca es cero, estas pruebas ayudan a descartar cualquier anomalía en el sistema cardiovascular del paciente de cara a la práctica deportiva de competición», detalla.
Sobre el terreno
El doctor Molina destaca la importancia de proceder a tiempo en caso de parada cardiorrespiratoria para evitar la muerte súbita del paciente. «Las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) son esenciales. Desde que la persona pierde el pulso, el tiempo cuenta. La probabilidad de mortalidad crece un 10% a cada minuto que pasa sin actuar. Por ello, se requiere una actuación inmediata».
Después de comprobar que el paciente no tiene pulso, las técnicas RCP consisten en suministrar oxígeno a los pulmones mediante el boca a boca y a mantener la sangre oxigenada en circulación a través de compresiones torácicas. Estas maniobras se deben mantener hasta que la persona que sufre la parada quede reanimada o llegue ayuda profesional y especializada.
Además de contar con medios necesarios como desfibriladores en todos los espacios públicos, el cardiólogo del Virgen de las Nieves apunta hacia la educación. «La población tendría que conocer a la perfección las técnicas RCP. La formación en primeros auxilios debería ofertarse a edades tempranas en los centros educativos», concluye. Muchas vidas están en juego.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión