'Monclovitas' granadinos
La provincia tiene la mayor representación en el Gobierno central desde 1980. Dos secretarios de Estado más otros puestos intermedios y una notable influencia en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, del que depende la candidatura del acelerador de partículas
Hasta hace dos semanas, la relación de los granadinos con el poder estaba marcada por el hito de poseer un ministro que apenas duró siete ... meses. Julio Rodríguez tomó posesión el 9 de junio de 1973 como titular de Educación en el Gobierno de Carrero Blanco. Dice la leyenda que se debió a un error entre el presidente y el propio general Franco, aunque otros estudiosos lo desmienten y el granadino tenía currículum de sobra. El 3 de enero de 1974 dejó el cargo y popularmente le bautizaron como Julio el 'Breve'. En tan poco tiempo tuvo margen para aprobar un calendario académico que concedía a los estudiantes seis meses de vacaciones. Su récord lo ha fulminado recientemente Màxim Huerta, que en lugar de siete meses se ha mantenido tan sólo siete días en el Ministerio de Cultura.
Tras Julio Rodríguez hubo otros dos ministros de la tierra. Adolfo Suárez confió su primer Ministerio de Trabajo a Manuel Jiménez de Parga y después se incorporó en Economía José Luis Leal Maldonado -nacido en Granada y compañero de estudios de Juan Carlos I-. En los siguientes 38 años ninguna cartera ministerial ha estado en manos de un granadino.
La representación de la provincia en la órbita del Gobierno se ha limitado a varios secretarios de Estado -que no coincidieron entre ellos- y otros puestos intermedios. La estructura que está montando Pedro Sánchez es la que tiene mayor influencia granadina desde 1980. Y, curiosamente, de los nombramientos que se han hecho oficiales tampoco se puede concluir que hayan llegado al Gobierno por su pedigrí 'pedrista'; en algún caso, más bien al contrario.
El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla, ha asesorado en los últimos tiempos a la ejecutiva federal en temas constitucionales, materia de la que es catedrático. No es alguien que se haya señalado en las últimas primarias socialistas, aunque forma parte de la ejecutiva provincial de José Entrena. Al equipo de Montilla se ha incorporado Juan Manuel Aneas, hasta ahora directivo en la Agencia Pública de Educación de la Junta. Tampoco se le puede catalogar como 'pedrista'.
La segunda secretaria de Estado granadina, María José Rienda en Deportes, no ha llegado al puesto precisamente por su trayectoria política. Y también por sus méritos profesionales hay dos granadinos en la órbita del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
El ministro astronauta Pedro Duque presentó esta semana su «tripulación». «Ángeles Heras será mi número dos y se encargará de pilotar la nave en mi ausencia y de aconsejarme en la toma de decisiones en el día a día; Rafael Rodrigo será el 'navegante' por su dilatada experiencia y hará que tomemos las mejores decisiones estratégicas y lleguemos a los mejores acuerdos con nuestro aliados», describió en plan metafórico.
Rafael Rodrigo, nuevo secretario general de Coordinación de Política Científica, es un astrofísico granadino que dirigió el CSIC en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.
En el mismo gabinete hay otro paisano, el subsecretario de Ciencia, Innovación y Universidades, Pablo Martín. Miembro del Cuerpo Superior de Administradores civiles del Estado, es un profesional que ha pasado por varios ministerios con presidentes de distinto signo político.
De ellos dependerá en buena parte el éxito de la candidatura granadina para albergar el acelerador de partículas. Otra de las prioridades que se marca el PSOE de Granada con el Gobierno de Pedro Sánchez es el respaldo a la línea de alta capacidad de Caparacena. «Si no sale adelante será un fracaso», admite sin tapujos un dirigente provincial.
Nunca hubo tantos 'monclovitas' de la tierra. Y uno que todavía no se ha hecho oficial y que estará muy cerca del presidente.
Nota
-
Y han cambiado cosas. De hecho, el alcalde de Granada está a punto de conseguir una cita con el ministro de Fomento. En cuestión de horas.
·Nota:
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión