Moción peligrosa

A este caldo hay que sumar al PP, que tiene a su candidato de 2019, Sebastián Pérez, fuera de la plaza del Carmen por empeño personal de José Torres Hurtado; el exalcalde para quien la fiscalía ha solicitado esta semana ocho años de cárcel por el 'caso Serrallo'. Todavía no se ha cerrado la instrucción de la Nazarí, que fue realmente la que le obligó a dimitir.

Este es el ambiente del Ayuntamiento de Granada a poco más de un año para las siguientes elecciones municipales. Ha sido más fácil que se pongan de acuerdo las dos Coreas a que los concejales granadinos aprueben un nuevo presupuesto para esta ciudad, que aún funciona todos los días con las cuentas prorrogadas de 2015 y al borde de la intervención. Una prueba más de que es en política -y no en la guerra- donde casi todo vale.

El pasado viernes, el PP tenía una bomba preparada para reventar el pleno. Pero le cortó la mecha cuando estaba encendida. El día 19, al límite del plazo, el grupo municipal registró una moción que pretendía llevar a la fiscalía los acuerdos del Centro Lorca. De haberse votado, probablemente habría salido adelante. Ciudadanos también alberga sospechas sobre la legalidad de los convenios. Aunque es cierto que, pese a airearlo públicamente, no se ha decidido a llevar una moción de este tipo al pleno.

La iniciativa del PP compromete a varias administraciones socialistas pero también salpica al Ministerio de Cultura. Incluso, podría conllevar una revisión de la gestión del consorcio del Centro Lorca en la etapa de Torres Hurtado. Hay veces en las que estratégicamente resulta provechoso pegarse un tiro en el pie.

La controvertida moción está redactada. De hecho, existe una primera versión -promovida por Juan García Montero- que el PP guardó en un cajón. La presentada dice en los puntos cuarto y quinto: «Que se dé traslado a la fiscalía del TSJA a través de la secretaría municipal de este Ayuntamiento (...) para su toma de conocimiento. Que se requiera a Caixa Bank y a la Fundación Federico García Lorca, para conocimiento del pleno y de la propia fiscalía, el acuerdo entre ambas instituciones que no se nos facilita por el alcalde».

El jueves hubo llamada de Madrid. Alguien al más alto nivel -puede que el propio ministro de Cultura- quiere explicar al partido en Granada los detalles del acuerdo que desbloqueó la llegada -por fascículos- del legado del poeta. Fue la misma mañana del pleno, cuando la portavoz del grupo popular, Rocío Díaz, comunicó a sus compañeros que se retiraría la moción del Centro Lorca. Formalmente está pospuesta para estudiarla mejor y no se descarta volver a presentarla en otra ocasión.

Pero también pudiera suceder que otro grupo se adelante. Sobre todo ahora que Paco Puentedura vuelve a interpretar el papel del escorpión de la fábula.