1,7 millones de ayudas a los ganaderos de Granada para paliar la ruina del sector lácteo

La anécdota del toro es un ejemplo de la situación límite que los ganaderos granadinos que arrastran desde hace varios años una crisis de rentabilidad por los bajos precios de la leche que se ha agudizado al dispararse los costes de producción hasta el punto de que se ven en la dramática tesitura de tener que sacrificar animales para quitarse bocas que alimentar. Están enviando al matadero incluso a sus vacas lecheras para obtener liquidez por la venta de la carne y seguir resistiendo.

La situación del sector lácteo es tan extrema que el Gobierno de España ha salido al rescate de los productores con un paquete de 169 millones de euros en ayudas directas para compensar el incremento de los costes de producción derivados del alza en el precio de la electricidad, los piensos y los combustibles acelerado por la invasión rusa de Ucrania.

Las ayudas al sector lácteo están recogidas en el real decreto-ley aprobado el pasado 29 de marzo el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra y contemplan hasta un máximo de 35.000 euros por explotación.

A las explotaciones ganaderas de producción de leche de a provincia de Granada llegarán alrededor de 1.700.000 euros de ayudas directas, según los cálculos de la organización agraria ASAJA, basándose en el censo de cabezas de la consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y la media del tamaño de las explotaciones de la provincia.

En concreto las 27 explotaciones de leche de vaca de la provincia se repartirán un millón de euros en ayudas y los 700.000 restantes entre el ovino y el caprino.

«Para un sector que arrastraba una crisis de rentabilidad tan grave como la del vacuno de leche, bienvenidas sean las ayudas pero no solucionan el problema. Son tan solo un parche. Ya llevamos años en los que no se cubren los costes de producción y al agravarse la situación por el encarecimiento de insumos la pregunta es cuánto más podrán aguantar», valora el veterinario de ASAJA en Granada, Santiago González, que reclama medidas estructurales para elevar el precio de la leche.

La idea del Ministerio, según explica González, es acortar plazos para que los productores reciban las ayudas directas lo antes posible, de manera que se articularán mediante un mecanismo totalmente digital. A través de la sede electrónica del Ministerio de Agricultura, antes de que se cumplan 20 días de la publicación del decreto, se publicará el listado de beneficiarios y la cantidad que percibirá cada explotación. A partir de ahí, tienen cinco días para confirmarla o alegar.

Para muchos ganaderos, que se ingresen estas ayudas de forma rápida será fundamental para al menos pagar facturas y frenar el ritmo con el que están enviando las vacas al matadero.

«Que nos ayuden en un momento de asfixia está bien, desde luego hay que dar las gracias pero no es la solución, es darle una patada para adelante al problema», comenta la presidenta de la cooperativa Los Pastoreros, Eva María Fernández.

En la cooperativa tienen 500 cabezas de vacuno, de ellas 300 vacas de ordeño, por lo que calculan que recibirán unos 30.000 euros de ayudas. «Pero si los precios del cereal y el pienso siguen subiendo las ayudas no van a servir de nada», añade la presidenta de la cooperativa que muestra los albaranes del proveedor de cereal. La factura de enero, que ya estaba cara, marcaba un precio de 0,31 euros por kilo de maíz. La última de marzo, 0,45 euros por kilo. «La soja igual, ha pasado de 0,46 euros por kilo a 0,63 euros, los precios oscilan por días, no podemos ni planificar», añade.

En cuanto al precio que perciben los ganaderos por litro de leche, que llegó a estar hundido a 0,33 euros el año pasado, ha subido hasta cotizar a 0,41 euros, pero el incremento sigue siendo insuficiente para compensar el alza de los costes de producción. «Para obtener un mínimo de rentabilidad necesitamos que la industria pague el litro a 0,45 euros», incide la presidenta de Los Pastoreros, que recuerda que siguen vendiendo a pérdidas.

«Hemos pasado de pagar seis euros por la ración de pienso diaria que consume cada animal a pagar diez. Sin embargo nosotros no podemos repercutir esa subida en el producto final. Tenemos algún margen en nuestra marca propia pero tampoco podemos cargar al consumidor», esgrime. Eva María Fernández cree que a medio plazo sí se producirá un efecto de subida en el precio de la leche derivado del bajón de producción que conllevarán los sacrificios de animales que se están produciendo. La cuestión es quién aguantará hasta entonces. «Se están llevando vacas al matadero por desesperación. Lo que necesitamos no son ayudas puntuales sino soluciones, queremos subsistir con un precio digno por nuestro producto», concluye.