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Si hay un sector que, más allá de los momentos de pánico iniciales, sobre todo durante el confinamiento de la pasada primavera, ha pasado de ... puntillas por la crisis económica generada por la covid-19, ese es el de la vivienda. Además de la reactivación cada vez más evidente de la construcción, el mercado de compraventa se ha repuesto con facilidad y ofrece ya las mejores cifras en más de una década. Inmobiliarias y empresarios del sector coinciden en que, si acaso, el coronavirus ha sido un acicate para su actividad, y si ningún problema coyuntural lo impide, prevén seguir creciendo a buen ritmo durante lo que queda de 2021.
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Esta es la situación que atestiguan los datos más recientes del mercado de la vivienda que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE)y que permite ya estudiar las cifras agregadas de la primera mitad del año. En concreto, en la provincia granadina han sido 5.561 las transacciones inmobiliarias que se han cerrado, lo que arroja una media de unas 31 cada día, es decir, más de una cada hora.
La cifra es muy superior a la del mismo período de 2020, como cabría esperar una vez pasados los momentos más difíciles de la pandemia. En concreto, el porcentaje de crecimiento sobre los primeros seis meses del pasado año es de 39,4 puntos porcentuales en Granada; una tendencia que se vive de igual manera en el resto de la comunidad autónoma, lo que apunta a que este desarrollo de los acontecimientos tiene un carácter estructural.
Pero no solo eso. Los datos de 2021 son ya también superiores a los de la primera mitad de 2020, antes de que el virus pudiese afectar de lleno a la economía. En concreto, y siempre según la información que pone a disposición pública elINE, esas 5.561 compraventas entre enero y junio superan en un 3,36% a las 5.477 del mismo período de 2019.
También es esta una tendencia generalizada en el entorno andaluz, cuya única excepción se encuentra en los datos de Málaga, que hasta la llegada del virus mostraba mucho más músculo en este sentido que el resto de la comunidad y a la que le va a costar algo más seguir creciendo ahora; cae un 6,7% respecto a hace dos años.
Las inmobiliarias también notan con claridad el buen momento por el que pasa su sector en los últimos meses, que ofrece ya los mejores datos en la primera mitad del año desde el inicio de la anterior crisis económica. Además del mayor volumen de actividad, que certifican las cifras oficiales que hizo públicas el Instituto Nacional de Estadística (INE), los profesionales del sector detectan asimismo cambios en el perfil y las preferencias de los clientes, así como en el tipo de operaciones que se llevan a cabo de manera más frecuente estos días.
Así lo afirma Sergio García, del grupo inmobiliario SGGranada. «Tras el confinamiento se ha notado mucho la subida de ventas», resume. Una opinión con la que coincide Francisco Argüelles, homólogo de profesión en la inmobiliaria Duokasa de la capital granadina. «El año es bueno, claramente mejor que el anterior y también más positivo que antes de que llegara el coronavirus». «Se vende todo», resume; algo en lo que también incide García:«Los pisos para reformar en zonas céntricas deGranada suelen estar vendidos en menos de 24 horas», afirma.
Los dos principales cambios que aventuran los profesionales del sector se adivinan en dos frentes:por un lado el del cliente, que ahora «lo que quiere es chalés con parcela y aire libre», como señala Sergio García, y que ha vuelto a la inversión para alquiler después del pinchazo de la burbuja del piso turístico; por el otro el del territorio, con mayor preponderancia de actividad en el Área Metropolitana y en barrios de la capital granadina que antes tenían menos movimiento pero ahora son nuevos polos de atracción.
Argüelles señala que cada vez es más común que un potencial cliente se interese por saber si una casa tiene, por ejemplo, patio, balcón o terraza, lo que consideran algo muy positivo. También se ha reactivado el mercado en toda la zona de alrededor de la capital, con inmuebles de mayor tamaño a precios más asequibles, y pone los ejemplos de municipios como Ogíjares o La Zubia, aunque cree que la situación es extensible a prácticamente toda el Área Metropolitana. Concurre en la opinión Sergio García, que considera que estos cambios «han venido para quedarse», que sobre todo las familias con hijos valoran «la tranquilidad y el aire libre» y que son todavía muchos quienes «no se han quitado el miedo de encima».
En lo que respecta a la capital, las fuentes consultadas ven un nuevo polo de atracción en algunas partes del barrio del Zaidín, donde se detecta ahora mucha más actividad que hace un par de años. García cree que tiene mucho que ver con el crecimiento del Parque Tecnológico de la Salud y los centros de trabajo y estudios anejos; algo que además anima, como ocurre en el Centro, un aumento de la inversión con la vista puesta en el mercado del alquiler, aunque esta vez de larga duración y no tanto para usarlo como piso turístico.
Las perspectivas de los profesionales del sector para el resto del año son, salvo que todo cambie mucho pronto, igualmente positivas. Francisco Argüelles lo resume con claridad:«mientras los bancos sigan concediendo hipotecas, nosotros seguiremos vendiendo».
Este crecimiento del mercado permite además que la provincia cierre el semestre con mayor número de compraventas de vivienda en más de una década; para encontrar una cifra mayor hay que remontarse hasta 2008, justo los últimos meses antes de que aquel mismo verano comenzasen a notarse los efectos de la quiebra de la burbuja de las hipotecas 'subprime'.
Las cifras positivas se repiten también en lo que respecta a la concesión de nuevas hipotecas, según muestran asimismo las cifras más recientes del organismo estadístico nacional, que en esta ocasión alcanzan solo hasta el mes de mayo. Aquí el crecimiento interanual es de 10 puntos y la cifra total es muy pareja a la de 2019, con un diferencial de 0,2 puntos.
Francisco Martínez-Cañavate, secretario general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Granada, celebra los datos y se muestra confiado en que si nada lo impide el sector siga ofreciendo datos positivos durante lo que resta de 2021. «Más allá de los primeros meses de pandemia, cuando hubo una situación de pánico y parálisis», abunda, «la construcción ha sabido ser motor de la recuperación», un hecho por el que quiso agradecer a todos los trabajadores y empresarios del sector, que en su opinión han sido «valientes en el desempeño de su labor» durante los meses más difíciles.
Cañavate señala además que en este momento «en el sector hay más demanda que oferta», y que los únicos impedimentos que hay por el momento al crecimiento están en una escasez de materia prima que achaca a una «acaparación» por parte de China en los últimos meses, amén de un problema de falta de mano de obra que se arrastra desde hace años. «La crisis de 2008 expulsó a muchos jóvenes que no han vuelto a mirar al sector y no ha habido relevo generacional. Si no fuera así, habría más margen de crecimiento todavía», sostiene.
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