1 de mayo de críticas a la subida de la compra y la liberación del horario comercial en Granada
Cerca de 2.500 personas toman Gran Vía para reclamar subidas salariales y «dignidad»
Se pierde la cuenta. A las cifras de desempleados, trabajadores con malas condiciones, jóvenes explotados, granadinos sobrecualificados que tienen que emigrar -o que trabajan en ... lo que no es lo suyo-, ciudadanos que no pueden independizarse y a los números de víctimas de accidentes laborales y de los fallecidos en el tajo, este año habrá que sumarle, por desgracia, la cifra de los (muchos) vecinos que viven con el agua al cuello, recortan gastos, apagan las luces, pasan horas de calor en casa y llenan menos la nevera.
El carro del supermercado es una cárcel. La metáfora está clara en las pancartas. Miles de granadinos han dado un paso al frente y se han echado a la calle, como cada Primero de Mayo, para movilizarse por sus derechos, para reivindicar dignidad y más igualdad, y para exigir salarios y pensiones dignas con motivo del Día del Trabajo, el último antes de las elecciones generales y el segundo tras la reforma laboral.
La inflación y el coste de la cesta de la compra han estado en el centro del debate con el lema: 'Subir salarios, bajar precios y repartir beneficios'. La provincia ha vivido dos manifestaciones paralelas en Granada y Motril, que partían a las 12.00 horas de Triunfo en la ciudad de la Alhambra y en la Costa desde su avenida de los sindicatos.
2.500 personas
La marcha ha arrancado en la capital al ritmo de una charanga que interpretaba el Vals del Obrero de Ska-P. «RE-SIS-TEN-CIA», coreaban en la cabeza de la protesta en cada estribillo. A paso rápido, miles de personas han reclamado bajo un intenso sol -casi se veían más paraguas y gorras que manifestantes- mejoras. La Policía Local calcula que han participado cerca de 2.500 personas.
Cada uno barría para su terreno sin olvidar las reivindicaciones colectivas. Un grupo de mayores exigía «dignidad en las residencias y más personal». Pocos metros más atrás un grupo de mujeres portaba una pancarta en rechazo a la liberación del comercio para mayor conciliación familiar. Hace unos días, el alcalde, Paco Cuenca, pedía a las grandes superficies comerciales que no abrieran en esto días festivos.
De forma paradójica, en las aceras, los turistas, cargados de maletas, han bailado al son de tambores y saxos, mientras que los clientes de las bodegas y pastelerías que hacen esquina con Azacayas se han asomado para ver qué era el barullo. «Es festivo, no a la apertura». «Domingos y festivos son para descansar» ha gritado la sección de UGT.
Convenio desbloqueado
Aunque en este 1 de mayo no es todo mal sabor de boca. Esta fecha reivindicativa llega con un convenio desbloqueado para la hostelería después de tres años de tensión y negociaciones maratonianas. La semana pasada, la patronal y sindicatos pactaban en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) un preacuerdo que contempla subidas salariales y que, por fin, llevará la paz al sector de la hostelería hasta 2025. Se trata del convenio provincial más importante de los que quedaban pendientes de firmar por el peso económico y estratégico del sector que tiene 25.202 trabajadores en Granada. Además, supone nuevos reconocimiento para las camareras de piso, entre otras mejoras.
A la marcha no han faltado los principales líderes de Izquierda de la provincia. El alcalde, Paco Cuenca, la concejala y diputada provincial, Ana Muñoz, el presidente de la Diputación, José Entrena, y la Subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro (PSOE), han desfilado por Gran Vía. Le seguía IU, con Paco Puentedura o Chus Fernández, y el PCE.
En atención a los medios, el secretario general de UGT, Luis Miguel Gutiérrez, ha exigido una subida salarial. «Es imprescindible subir los salarios, llevamos varios años perdiendo poder adquisitivo y los empresarios están recibiendo los mayores beneficios. Los trabajadores no pueden comprar, la cesta de la compra ha crecido mucho y esperamos que se negocien medidas y subidas necesarias para vivir dignamente», ha destacado.
En la misma línea, Daniel Mesa, secretario general de CCOO, ha reclamado poner fin a un «sinsentido». «Que acabe el sinsentido en este país no puede ser que suban cesta de la compra un 16%, empobreciendo a los ciudadanos , mientras el Banco de España dice que las empresas aumentaron sus beneficios en un 90% el año pasado. Nos están tomando el pelo, toca repartir beneficios y si hay que intervenir mercados que se intervengan», ha dicho con contundencia. Por último, se ha recordado al último trabajador fallecido. «Reivindicamos salud en el trabajo. Recordar al compañero de Guadix de 20 años que falleció hace dos dias. Los trabajos tienen que ser entornos saludables y seguros. Y si no lo son seguiremos tomando las calles», ha sentenciado Mesa.
Al final de Gran Vía, desde la estatua de Isabel la Católica, cuesta ver la cola de la manifestación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión