Cinco años de cárcel para un masajista de Granada por abusar sexualmente de dos clientas

La sentencia inhabilita también al procesado para ejercer su profesión de masajista durante el tiempo de la condena, le obliga a indemnizar con 6.000 euros a cada una de las victimas y le prohíbe acercarse y comunicarse con ellas durante el mismo periodo de tiempo.

En el primer caso, los hechos ocurrieron en marzo del 2017, cuando una de las victimas compró dos cupones por internet para recibir un tratamiento reafirmante anticelulítico y otro de manicura en un centro de Estética de Granada.

Durante la primera sesión, a cargo de una empleada el acusado, que trabajaba en el centro, le ofreció la posibilidad de beneficiarse de los masajes que él daba al existir una oferta de tres por uno, algo que aceptó al sufrir la mujer molestias cervicales y mareos.

Cuando comenzó el tratamiento, el acusado le pidió que se quitara toda la ropa y se tumbara boca abajo, y la mujer se quedó únicamente con un tanga y con una manta que encontró en la habitación para taparse.

Según el fallo, durante el masaje la embadurnó con mucho aceite por todo el cuerpo y le masajeó los glúteos pese a que sus problemas eran de cervicales, y con la excusa de que le cortaba la circulación, le dijo que se quitara el tanga, situación que aprovechó para abrirle las piernas y manosearla por los abductores.

Pese a que le advirtió de que le hacía daño y de que no le diera masajes en esa zona porque los problemas que tenía eran de cervicales, el acusado lo ignoró y siguió masajeándola para, ya boca arriba en la camilla, untarle aceite por todo el cuerpo y manosearle los brazos y los pechos.

En el segundo de los casos, ocurrido en el mismo establecimiento de masajes el 19 de septiembre de 2017, el acusado atendió a una mujer que sufría dolores de espalda y, cuando estaba tumbada, comenzó a masajearle la espalda mientras le hacía preguntas sobre su vida.

En un momento dado, le masajeó las piernas, los abductores y las nalgas, al tiempo que, bajo la excusa de que tenía muchas varices, aproximó las manos hasta las partes íntimas llegando a romper la braga de papel que la mujer llevaba puestas pese a la oposición de ésta, que le pidió que parase.

En sus conclusiones definitivas, las acusaciones, ejercida en uno de los casos por el letrado Antonio Illana Conde, pidieron una pena total de 10 años de prisión, mientras que la Fiscalía solicitó siete años por los dos delitos de abusos sexuales.