«Cuando estoy en Madrid entrenando, Bad Bunny me devuelve a la playa»
La joven atleta recuerda los mejores veranos de su vida en casa, en La Herradura, pero este año apenas ha podido escaparse
Campeona del mundo universitaria y cuatro veces campeona de España, la saltadora de altura Una Stancev está viviendo un verano muy ajetreado. Esta joven de ... 23 años, natural de La Herradura pero con origen serbio, se pasa los días entrenando. A su casa en la Costa Tropical solo ha podido escaparse cinco días. Un fugaz respiro con vistas al mar en una exigente carrera deportiva.
«De pequeña probé un montón de deportes y ninguno se me daba bien. Era superarrítmica y no me enteraba de nada»
–Hace un mes revalidaba su mejor marca personal de 1,91 metros en el Mundial universitario en Bochum, Alemania.
–Sí, bueno, llevo todo el verano entrenando mucho en Madrid para conseguir saltar hasta 1,93. No lo conseguí en Alemania y tampoco en Serbia y Guadalajara. Me he quedado siempre en 1,91. Algunos días puede ser muy frustrante porque, al fin y al cabo, estás luchando contra un número.
-¿Cuál está siendo su rutina este verano?
–Entrenar, entrenar y entrenar. Es la primera vez que me toca vivir un verano así. Normalmente, la temporada ya ha acabado y puedo aprovechar para bajar a La Herradura a descansar y ver a mi familia y amigos, pero este año me he tenido que quedar en Madrid. Lo malo es que en el Centro de Alto Rendimiento no queda nadie, son días un poco monótonos. Me despierto esperando que llegue ya la hora del entrenamiento. Además, estar en la calle es complicado con el calor que está haciendo.
-No pisar la playa tiene que ser duro para una herradureña...
–Muy duro (asegura entre risas). La verdad es que solo he podido escaparme cinco días, aunque es mejor que nada. A ver si me despejaba un poco y conseguía por fin llegar a 1,93. He seguido entrenando, he ido a la playa, obviamente, y he estado con mis amigos. Para tan poco tiempo que estoy me apetece ver a todo el mundo, especialmente a mi familia. Aquí desconecto de todo.
-¿Cómo desconecta?
–Soy de La Herradura, así que desde pequeña me encanta bucear, nadar y tomar el sol, aunque esto último lo he dejado un poco de lado este año porque no quiero aplatanarme demasiado. Solo olvidarme un poco del día a día, del entorno, de la rutina, que es muy cargante a veces. Aquí el ritmo de vida es otro. Normalmente, me despierto y voy a la playa, luego vamos a tomar algo, luego otro rato a la playa o a la piscina, igual tomamos un café y por la noche damos un paseo.
«La gente de aquí pasa el verano con los amigos de siempre, pero yo con los que vienen de fuera, que no los veo en todo el año»
-¿Cómo eran los veranos en su infancia?
–Los recuerdo todos en La Herradura, muy calurosos y con la familia que venía de visita. La gente de aquí pasa el verano con sus amigos de siempre, pero yo no, yo con los que vienen de fuera, que no los veo en todo el año. Para mí, es la mejor época, mi favorita, encima es mi cumpleaños el 27 de agosto. Siempre que he podido lo he celebrado en la costa. Antes me pasaba en la playa desde el primer rayo de sol hasta el último. Aquí se pasa el verano mejor que en ningún otro sitio.
-¿Ya hacía deporte?
–Siempre he estado en movimiento, pero a saltar empecé con 14 años. Una amiga se apuntó a atletismo y me animé. Cuando se lo pedí a mis padres no lo vieron claro porque el club estaba en Nerja y tenían que estar llevándome, pero al final me dejaron. Probé y me gustó mucho. Luego me fui profesionalizando poco a poco. Pero sí, antes de todo eso hice ballet ocho años;también flamenco, vóleibol, tenis, gimnasia rítmica, natación... De pequeña probé un montón de deportes y ninguno se me daba bien. Era superarrítmica y no me enteraba de nada. Al final caí donde tenía que caer, por eso digo siempre que hay que probar muchas cosas, poque al final encuentras algo que se te da bien.
-Ha encontrado su don, desde luego.
–Eso parece y me acompaña a todas partes. Siempre que empieza la temporada, hago entrenamientos en la playa. De hecho, es gracioso. Normalmente, mi amigo Adrián, que no hace deporte, sale a correr conmigo. Yo me ahogo a los 100 primeros metros en el paseo, yo, que hago tanto de deporte, y él aguanta.
-Alguna recompensa habrá...
–A veces acabamos en el bar. Cuando voy y tienen en la televisión el campeonato del mundo solo puedo pensar en lo que me gustaría estar ahí. Seguiré trabajando para conseguirlo. Cuando me propongo algo, no paro.
-¿Echa de menos su vida anterior?
–Diría que no es tan diferente. El nivel de exigencia ha crecido mucho, evidentemente, pero yo sigo siendo la misma. Y cuando estoy en Madrid entrenando, en el Centro de Alto Rendimiento, y echo de menos mi casa, Bad Bunny me devuelve a la playa. Su música me da mucha vibra de verano y en La Herradura siempre lo es.
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