La madre del presunto parricida de Ogíjares estaba en la casa cuando ocurrió el suceso

Fue el presunto parricida, un joven de 24 años, quien avisó a los servicios sanitarios para alertar de que su progenitor, de 63, había resultado herido accidentalmente de un tiro en el pecho y que estaba perdiendo mucha sangre. En concreto, llamó al 061. Horas más tarde, la víctima fallecía en el Hospital Clínico San Cecilio, ubicado en el PTS. Allí mismo fue detenido el sospechoso.

El suceso ocurrió la noche del pasado domingo 6 de agosto en el domicilio familiar, una casa ubicada en la apacible calle Quitao de la localidad de Ogíjares, no muy lejos del centro del municipio.

Ayer, tres días después del violento episodio, el hijo que había pedido ayuda médica para su progenitor agonizante ingresó en el Centro Penitenciario de Albolote acusado de la supuesta comisión de un delito de homicidio. La versión de que había sido un hecho fortuito quedaba seriamente tocada con la decisión del Juzgado de Guardia de la capital de ordenar, tras solicitarlo la Fiscalía de Granada, el encarcelamiento del chico. Las contradicciones en el testimonio del sospechoso despertaron los recelos de los investigadores de la Guardia Civil, que fue el cuerpo que se hizo cargo de las pesquisas para intentar aclarar el caso.

En este sentido, el joven dijo a los agentes del instituto armado, en el mismo lugar de los hechos, que estaba manipulando un pistola de balines y que se disparó de forma imprevista e involuntaria. El proyectil hirió a su padre en el pecho, lo que le provocó una intensa hemorragia.

La autopsia y el hallazgo de un revólver ilegal en la vivienda familiar pusieron en tela de juicio el relato del presunto homicida. Los forenses extrajeron una bala del 22 del cuerpo de la víctima, el mismo calibre del arma de fuego sin autorización que los guardias civiles habían confiscado en el domicilio en el que ocurrió el supuesto crimen.

En el tambor del revólver en cuestión faltaba una bala, detalló el instituto armado en un comunicado que remitió a los medios de comunicación después de que IDEAL adelantase la noticia. «En la inspección ocular de la vivienda, los investigadores del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Granada encontraron escondida un arma de fuego, en concreto, un revólver del calibre 22 al que le faltaba una bala cuyas características coinciden con la que fue encontrada en el cuerpo de la víctima durante la autopsia y que le habría ocasionado la muerte. El arma, de procedencia ilícita, ha sido intervenida por los agentes para someterla a los exámenes de criminalística procedentes», informó la Benemérita.

Sin embargo, el resultado de la necropsia determinó que el fallecido también presentaba un «impacto superficial en el pecho» causado por un balín. El sospechoso, según las indagaciones de la Guardia Civil, era aficionado al tiro. De hecho, los agentes intervinieron varias armas de aire comprimido en la casa de Ogíjares que compartían la víctima y el presunto homicida.

Tras recopilar las evidencias e indicios, la Benemérita puso al detenido a disposición del Juzgado de Instrucción número 9 de Granada, era el que estaba ayer en funciones de guardia, que acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del joven, que prestó declaración y está investigado por la presunta comisión de un delito de homicidio. La investigaciones posteriores las asumirá Instrucción 6, ya que era el juzgado que estaba de guardia el pasado domingo 6 de agosto, que fue cuando ocurrió el suceso.

Fue alrededor de las diez y media de la noche de ese día cuando saltó la alerta de que, presuntamente, un joven de Ogíjares había pegado un tiro a su padre en el domicilio familiar, en el que también estaba la madre del ahora investigado y esposa de la víctima.

El hombre que supuestamente apretó el gatillo ocupa desde ayer una celda en el penal de Albolote.