La última reunión entre el PP y Salvador acaba pasada la medianoche sin acuerdo

Todos los ojos estaban puestos en la plaza del Carmen, escenario de la batalla por la alcaldía que dirimen desde hace casi dos semanas PP y Ciudadanos. El foco regresaba a la capital nazarí después de que el viernes, por unas horas, se trasladara a Madrid, donde el regidor fue ratificado públicamente por el coordinador naranja en Andalucía y vicepresidente de la Junta, Juan Marín. Ese día, en unas escuetas declaraciones, el propio Luis Salvador reveló su intención de verse con el presidente provincial de los populares para «echar un café» y trasladarle la posición de su partido; esto es, que el acuerdo es «por cuatro años».

La previsión era que el encuentro no se hiciera esperar, tal y como vienen demandando los agentes sociales, y así lo dejaban entrever también las convocatorias de la jornada, que no incluían actos del alcalde. Sin embargo, pese a tener la agenda liberada, la reunión se pospuso.

Salvador, al que se pudo ver a primera hora de la mañana en el Ayuntamiento junto a algunos de sus colaboradores, prefirió marchar a la capital de la Costa del Sol, donde se celebraba el 'Málaga Tourism Day'. Allí participó en un acto de Andalusian Soul en el Palacio de Congresos junto a sus homólogos de Málaga y Córdoba, con los que compartió, según contó, «estrategias para atraer turistas de larga y media distancia».

Con el regidor fuera, la actividad municipal transcurrió con normalidad para el resto de fuerzas pese a la evidente tensión. Los concejales populares estuvieron al frente de sus áreas de gobierno y continuaron con sus gestiones habituales, según trasladaron fuentes de la formación. Igualmente los ediles naranjas, que protagonizaron dos ruedas de prensa. Una de José Antonio Huertas, responsable de Derechos Sociales, que trató sobre los riesgos de la adicción al juego, y otra de Lucía Garrido, de Cultura, para presentar un espectáculo en el Isabel la Católica.

Con la llegada de la tarde, el encuentro se hizo esperar un poco más. Salvador, ya de vuelta de Málaga, participó a las seis y media en un encuentro deportivo al que asistieron políticos y representantes de la Universidad y de los medios de comunicación. Entre otros, estuvieron su compañero de filas, José Antonio Huertas, y el edil Jacobo Calvo, del PSOE, con los que, por cierto, compartió equipo. Del terreno de juego se marchó más allá de las nueve. En paralelo, Francisco Rodríguez aprovechó la tarde para realizar varios actos de partido y visitar Órgiva.

Ya al final de la jornada, lejos de la hora del café, fue cuando ambos dirigentes conversaron. El encuentro, una cena de carácter privado, sirvió para poner sobre la mesa la situación que padece el gobierno municipal y tratar de evitar la ruptura. Las posturas estaban muy claras. Salvador trasladó la posición de su partido, que lo había confirmado públicamente «por cuatro años». Por los populares, la misma línea que en las dos reuniones precedentes; esto es, la advertencia de que, si el dirigente no da un paso al lado como se le viene pidiendo desde hace casi diez días, abandonarán el gobierno municipal.

La cena acabó sin acuerdo. Al cierre de esta edición, los populares mantenían su postura. Si Salvador no hace un gesto y se hace a un lado de la alcaldía, anunciarán su marcha del gobierno municipal.

Este martes se antoja como un día determinante. El PP convocó anoche a los medios de comunicación a una rueda de prensa en la sede provincial a primera hora de la jornada de hoy en la que se espera que dé cumplimiento al ultimátum planteado a Salvador. La maniobra, de efectuarse, tendría consecuencias inciertas para el Ayuntamiento, al frente del cual quedaría Ciudadanos en minoría absoluta. Con cuatro concejales, el grupo aún sería capaz de mantener la junta de gobierno local, uno de los principales órganos de gestión municipal.

Sin embargo, los últimos movimientos producidos en el seno de la formación envuelven su futuro con incertidumbre. El portavoz municipal, Manuel Olivares, hizo unas declaraciones para el diario ABC en las que sembraba de dudas su continuidad en la formación naranja. Aseguró que «no será participe de un gobierno en minoría sin el apoyo de la lista mayoritaria».