Ya no hinchamos tanto el pecho

Los granadinos nos hinchamos como pavos reales, presumimos de nuestra provincia por sus contrastes, su dilatada historia, sus monumentos, y por nuestra diversidad climática y orográfica. Pero también esta historia podía haber comenzado de otra manera, podría haber sido, por ejemplo...

Primero de Mayo en Granada, la de las penurias, la de las casi 4 horas para llegar en AVE a Madrid; la que en su costa jamás piso un tren; la de las grandes zonas despobladas (Alpujarra y Altiplano), la de la precariedad laboral, una de las que más contratos parciales no deseados, la de los bajos sueldos; y sobre todo la provincia con más desempleados de España, primera o segunda según el mes que toque, con un paro encima del 20% y un paro de larga duración que nunca baja.

Ahora ya no hinchamos tanto el pecho, y es que resulta sorprendente que con tantas posibilidades no hayamos terminado nunca de despegar. Uno siempre piensa en que el paro o la despoblación debería estar presente, y que me perdonen, en algunas de las provincias de las Castillas o en Aragón, que a primera vista tienen menos posibilidades de crear empleo y crecer, pero no en la 'rica' Granada. El desencuentro institucional en Granada siempre ha sido importante, y hemos vuelto a las andadas, ya estamos otra vez con el reproche de lo que tu partido no ha traído, y mientras solicitamos a la administración que gobierna el otro partido lo que entiendo que no vas a dar, pero que, si lo das, no es que tú lo hayas conseguido, lo dan, porque yo lo pedí. Y tú pides esto, pero suprimes aquello, por lo tanto, lo pides con la boca chiquita.

Hubo un momento de paz, con el Pacto por Granada, donde instituciones y fuerzas sociales se pusieron de acuerdo en las demandas que Granada y provincia necesitaban para salir de la precaria situación actual, y se consiguió sacar por un momento a Granada de la trifulca política. El momento cumbre fue cuando se solicitó para Granada la llegada de la Agencia Española para la Supervisión de la Inteligencia Artificial, la tan esperada Aesia, que nunca llegó y la decepción fue total.

Primero de Mayo en Granada vamos las trabajadoras y trabajadores de nuestra provincia a salir a la calle como siempre, a reclamar nuestros derechos, este año por la reducción de la jornada de trabajo de 40 a 37,5 horas; por la subida de los salarios para que parte de los beneficios empresariales pasen a quien los generan, que además llevan varios años perdiendo poder adquisitivo, y a reclamar que el pleno empleo, aunque hoy por hoy en Granada esto último es una quimera.