Lorenzo del Río incluye un caso de prevaricación judicial entre sus cinco sentencias ejemplares
El presidente del TSJA defendió el martes por la tarde sus méritos ante la Comisión Permanente del CGPJ, que le preguntó si reformaría los delitos sexuales
Durante 48 minutos y 52 segundos, Lorenzo del Río, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla (TSJA), defendió el martes por la tarde ante los miembros de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial los méritos ... que atesora tras 39 años impartiendo justicia. El magistrado aspira a ser uno de los elegidos de los 28 aspirantes a una de las tres plazas de la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS) que hay vacantes y expuso, a través de cinco sentencias ejemplares, entre las que incluyó una de prevaricación judicial, sus vastos conocimientos de Derecho Penal.
El presidente, que resumió su currículum en un primer bloque de su intervención, y dedicó el segundo a comentar los fundamentos de las referidas resoluciones, fue preguntado al final de su intervención por diferentes materias, entre ellas los delitos de naturaleza sexual, como son las agresiones y los abusos sexuales, a raíz de la polémica generada en el proceso penal seguido contra 'La Manada', aunque sin hacer mención expresa al mismo.
La respuesta de Del Río fue contundente. «Creo que hay que reformar los tipos penales», dijo al referirse a este tipo de delito que atentan contra la indemnidad sexual, a la vez que abogó por que «la regulación debe girar sobre el consentimiento». Porque, en su opinión, ese es el quid de la cuestión: el acceso carnal sin consentimiento.
También fue interrogado el presidente del TSJA por la eliminación del aforamiento, un extremo en el que se mostró de acuerdo con el criterio del máximo órgano de gobierno de los jueces. «La percepción social ahora mismo es negativa», resaltó, para concluir que «hay que hacer una necesaria revisión, porque las disfunciones son muy grandes».
La mediación penal, un ámbito en el que Del Río ha tenido en Andalucía un papel protagonista -siempre ha resaltado sus bondades- centró asimismo otra de las preguntas que recibió durante su comparecencia. «Llevamos más de 15 años de retraso», se lamentó el presidente, a la vez que instó «a intentar» su implantación real en esta jurisdicción, pues a su parecer la mediación «no debe ceñirse al proceso civil». En este contexto, resaltó que hay delitos leves en los que es posible antes del juicio un acercamiento entre la persona denunciada y la víctima «para la reparación o atenuación de la pena y del castigo».
La Ley del Jurado también afloró en las preguntas que se hicieron al máximo representante de la Justicia en Andalucía, que, acostumbrado a resolver recursos de estos casos, explicó a los oyentes que eran significativos por ejemplo «los problemas en la confección del veredicto».
En cuanto a la violencia de género, puso de relieve que es «frustrante» cuando no hay prueba suficiente contra el agresor, cuando sólo se cuenta con el testimonio de la víctima y esta se retracta en el juicio sin que haya otros elementos periféricos para acreditar lo sucedido.
Resoluciones insignes
De las miles de sentencias y autos que ha dictado a lo largo de su dilatada trayectoria en la jusrisdicción penal -sus 39 años de carrera siempre han estado ligados a este ámbito, bien como juez mixto, como juez de instrucción o como magistrado de la audiencia provincial-, Del Río destacó cinco ejemplos concretos, tal y como se le había pedido.
El primer ejemplo fue el de una sentencia sobre prevaricación judicial, un delito «muy en el candelero», como resaltó. Sin desvelar los pormenores del asunto fuera de lo estrictamente técnico, aclaró que se trató de un caso que precisó «un estudio profundo» y que requirió de una extraordinaria meditación. Al final, concluyó que había habido «gravedad» en la actuación porque se apreció «ligereza» por parte de su protagonista. El caso llegó al propio Supremo, que mantuvo la sentencia.
Las resoluciones restantes que expuso tenían que ver con la usurpación parcial de un inmueble, con una falsedad de particulares centrada en la autenticidad o no de un documento, con la ley Penal del Menor -recordó que le tocó el primer juicio de esta ley como ponente en España- y con los delitos contra la vida. Sobre esta última sentencia, enfatizó las consideraciones que en su día fijó sobre la coautoría y hasta qué punto es copartícipe de una muerte una persona que sabe pero no participa.
Uno de los aspectos que quiso resaltar de su experiencia con la toga, es que siempre han sido tres en los órganos colegiados y «siempre» ha deliberado «en todos los asuntos», aportando lo que estaba en su mano. En definitiva, dejó claro que no se limitaba a firmar las resoluciones.
Ahora, una vez concluidas las comparecencias de todos los aspirantes, la Comisión Permenente del CGPJ elegirá tres ternas (nueve de los 28 aspirantes) de las que saldrán los tres elegidos, tras una votación en pleno.
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