La lluvia no espanta a las criaturas de Halloween en Granada
Familias y pandillas de jóvenes salen a las calles a 'sembrar el pánico' por la capital y a disfrutar de una fiesta de los muertos vivientes pasada por agua ataviados con máscaras, disfraces o sangre falsa
Ángel Mengíbar
Martes, 31 de octubre 2023
La lluvia ofreció truco pero Granada eligió trato. Halloween ha llenado las calles de la capital de terroríficas criaturas a pesar del agua que ha ... acompañado la mayor parte de la noche. Máscaras ensangrentadas, narices postizas de bruja... y paraguas, que se ha convertido en un elemento más del disfraz de familias y grupos de jóvenes que han salido con sed de sangre, pero de la falsa.
Manchada hasta arriba de pintura roja marchaba la pequeña Raquel por Pedro Antonio de Alarcón. Los bares aún estaban subiendo la persiana, pero esta niña de diez años de Las Gabias recorría la acera asustando al personal. «Voy de policía zombi, porque tengo la ropa rota y tengo sangre», aclaraba algo vergonzosa ante la cámara de IDEAL de la mano de sus padres, que no mostraban el rostro. «Van de 'La Purga', una película en la que los malos matan niños cada 31 de octubre», añadía sin temer dicho mal presagio.
Juntos, en familia, disfrutaban de Halloween. En parte porque en el cole no es tan sencillo. «Es religioso y no nos dejan disfrazarnos. Lo respeto, por eso tengo que aprovechar esta noche». A punto de llegar a Alhamar una monja diabólica caminaba acompañada por un dinosaurio trajeado. El Halloween granadino también cuenta con la 'malafollá' suficiente como para descubrir la figura del 'Empresaurio'.
Contrato basura
«Te ofrezco un contrato basura. 300 euros de sueldo con horario de lunes a lunes. Y medio día libre, que tendréis que descansar», ofertaba el empresario dinosaurio para formar su plantilla precaria y esclava. «Media jornada, o sea, doce horas». Terrorífico. Venido desde Almería esperaba acabar la noche entre los garitos más rockeros de Pedro Antonio. Porque a los monstruos de Granada, como a los negreros, también les va la marcha.
Sustos más potentes que el de la precariedad laboral se han llevado los asistentes al pasaje del terror de la explanada del Palacio de Congresos. Muñecas malditas, niñas atravesando la pantalla del televisor o muertos vivientes han desataban los gritos del personal. También alguna que otra risa. «De lo que se trata es de pasarlo bien en Halloween. Mayores, niños... Todo el mundo», comentaba una de los organizadores con la cabeza tan abierta que parece estar a punto de desfallecer. Porque el terror en Granada se convierte en realidad cuando llega la noche de Halloween.
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