«Llevo toda la vida buscándola para darle las gracias por lo que hizo»
Paqui acude desde Albuñol a reencontrarse con sor Mercedes: «les debo todo lo que soy», valora esta niña de la Casa Cuna
Como eran cinco hermanos, la muerte de la madre le dio un golpe a esta familia de la que no podían hacerse cargo los abuelos. ... Paqui tenía cuatro años y llegó con los recuerdos de su madre y con la herida abierta. Era una niña en busca de amor. Y se lo dieron.
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«Sor Marina y sor Mercedes fueron mis madres, hermanas, amigas, confidentes...», cuenta emocionada.
Mira a la hermana Mercedes y parece que no se lo cree. Ella es madrileña, del barrio de Chamberí, y la vocación de servicio le puso en las manos a esa pequeña niña de La Rábita. Se creó un vínculo inquebrantable. «Es que llevo toda la vida buscándolas», expresa Paqui.
Este homenaje a las religiosas que cuidaron de los niños en este centro de tutela ha servicio para que Paqui vea a sor Mercedes. El reencuentro con sor Marina lo tiene pendiente. «Me voy a pasar por Regina Mundi para que me de su contacto. Solo sé que colgó los hábitos», cuenta Paqui Fernández, que tiene 57 años y dos hijos a los que contó su historia vital desde que pudieron entenderla.
Paqui ayer no iba a venir al acto de Diputación. Trabaja en los invernaderos y es algo que no para. Pedir el día es complicado. «Menos mal que he venido. No me esperaba sentir esto tan bonito, este reencuentro con sor Mercedes», decía emocionada. Lo que está Paqui es agradecida Mucho. «Soy lo que soy gracias a ellas. Lo tengo claro». Cuenta que le enseñaron cosas prácticas de la vida y que le mostraron el camino para ser adulta. Una mujer responsable y valiosa, trabajadora y llena de amor por su familia –la actual– y por la de la infancia: esas monjas que hicieron de madre, con el respeto por los recuerdos, sin imponer y sin pedir nada a cambio. Solo con el objetivo desinteresado de dar amor.
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