El trovero de La Alpujarra que se ganó la vida de barrenero, molinero y aserrador
El 'Poeta Rústico' Epifanio Lupión nació en Albuñol en 1900 y falleció a los 94 años en el municipio almeriense de La Mojonera
El trovero alpujarreño Epifanio Lupión Lupiañez nació en Albuñol el día 1 de junio de 1900, hace 125 años, y murió en la localidad de ... La Mojonera (Almería) el día 4 de noviembre de 1994 a los 94 años de edad. Su obra se basaba en la improvisación y estaba destinada casi por completo a las tradiciones, al entorno y las costumbres de la zona en que vivió. Epifanio fue barrenero, molinero, aserrador, poeta y trovero. El recordado Pepe Criado, gran impulsor de la cultura alpujarreña, aparte de investigador, editor y excelente persona, fallecido en la primavera de 2019, le dedicó un estupendo libro de 288 páginas en 2007, presentado por el excepcional político y alcalde de Vícar, Antonio Bonilla Rodríguez, nacido en Murtas, el 27 de octubre de 1954.
Epifanio Lupión participó en diversos festivales y homenajes, entre ellos, los dedicados a Federico García Lorca (Granada, 1978, 1980, 1982 y 1986). También participó en el homenaje a Lorca, Machado y Hernández en Roquetas de Mar, La Mojonera, El Ejido, Balerma, Adra, Vícar y Almería. Además participó en el Festival de Trovo de Las Norias, en el Festival de Música Tradicional de La Alpujarra, la Fiesta de los Doblones de Berja… Se le hizo honor como trovero histórico en el famoso Festival de Música Tradicional de La Alpujarra celebrado en Ugíjar en 1984. Como homenaje a este trovero varias calles llevan su nombre: una en Granada, otra en Albuñol y otra en La Mojonera.
Según Antonio Bonilla «Epifanio Lupión, con su poderosa inspiración, fue un torrente de alegría y de vida, las cuales fue concentrando, cincelando, en sus poesías gracias a la pasmosa facilidad que tenía para trasladar instantes de vida a esos octosílabos, ya tantas veces centenarios, que han sido elemento básico en la creación de nuestros romances, de nuestra poesía popular y, desde luego, elemento básico de otra manifestación de vida: el trovo. Yo soy uno más entre los muchos que tuvieron la fortuna de conocer a Epifanio Lupión. Y como todos ellos, me siento alcanzado por su luz y por su gracia, por su sabiduría y su sencillez. Esa maravillosa sencillez que tienen todos los grandes que no saben que lo son. Este hombre enjuto, magro, de imagen un tanto quijotesca, supo, desde siempre, ser un catalizador de la vida. Supo siempre extraer la verdad de las cosas, quedarse con lo esencial e ir, de este modo, aquilatando sabiduría. Y, Como todo autodidacta, nunca dejó de ser un gran maestro, aunque él ni lo pretendiera ni lo supiera», indica, entre otras cosas en el libro de Pepe Criado: 'Epifanio Lupión Poeta Rústico', editado por el Ayuntamiento de Vícar en 2007.
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