La ermitaña de 80 años de un pueblo de Granada que custodia la luminaria
La octogenaria, Aurora Jiménez, se preocupa todos los días de tener a punto su vecina Ermita de San Sebastián de Albuñuelas, construida en el siglo XVI
La entrañable Aurora Jiménez, nacida en Albuñuelas hace 80 años, es la encargada de cuidar la ermita de su pueblo, consagrada a San Sebastián y ... ubicada en el Barrio Bajo. Parece ser que ocupó este sagrado lugar la antigua Rabita de Cantil. El altar mayor lo preside una talla policromada de San Sebastián (patrón de Albuñuelas) flanqueada por las imágenes de la Virgen Niña y San Francisco de Asís. Existen también en las paredes dos enormes y valiosos cuadros, de tema franciscano, pintados al óleo que pertenecieron al ya desaparecido Convento de los Padres Misioneros de San Pedro de Alcántara, también conocido como Convento de Nuestra Señora de las Angustias de la Orden de los Franciscanos Menores Descalzos.
En este Convento se estableció la Iglesia de El Salvador. La Ermita de San Sebastián también posee un cuadro de la Virgen del Perpétuo Socorro. Es un edificio de planta rectangular con una sola nave cubierta a dos aguas con teja árabe. Esta Ermita es herencia de Don Juan de Austria, el hermanastro de Felipe II era muy devoto del militar romano que fue cosido a flechazos contra un árbol por los hombres que había tenido a sus órdenes como capitán, por convertirse al cristianismo.
Aurora vio la luz primera en la Calle Zoraba de Albuñuelas. Desde hace bastantes años ella reside con su ser querido en una de las viviendas de la Plaza de San Sebastián, que perteneció a sus antepasados. La Plaza está empedrada y le da sombra una morera y un tilo. Aurora se hizo cargo de la Ermita de San Sebastián hace tres años. Antes que ella lo fueron en los últimos tiempos tres mujeres de nombre María. Aurora visita la ermita todos los días para procurar que siempre haya una luminaria encendida. También se encarga del mantenimiento y de enseñar el recinto. Aurora comenzó a trabajar en el campo cuando cumplió doce años. También aprendió a coser y a cocinar.
El padre de Aurora se llamaba José y su madre Ascensión. Este matrimonio solo tuvo a Aurora. En su casa no faltaban varias cabras para tener leche, cerdos para las matanzas caseras, conejos, gallinas, gallos… Sus fincas le proporcionaban verduras, cereales, aceite, fruta, leña… Cuando Aurora era pequeña las mujeres tenían que ir a por agua y a lavar la ropa al Río Santo, llamado así porque siempre lleva agua. Entonces funcionaban varios molinos de aceite y harina. Aurora se casó con Juan y tuvieron una hija, Encarnación, y un hijo llamado Juan. Cuando Aurora era joven los animales eran parte del paisaje de Albuñuelas. Su necesidad para las faenas del campo era total. También abundaban los pastores. Albuñuelas, conocido antiguamente como Las Burnielas, se remonta a tiempos prerromanos. Durante la dominación árabe, fue una próspera alquería llamada Al-Bunyuela y resistió con fuerza las tropas de Fernando el Católico. El terremoto de 1884 causó muchos daños en las casas y víctimas mortales.
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