Los dos pueblos granadinos que datan del Neolítico en la falda de Sierra Nevada
El municipio de Almegíjar y su anejo de Notáez despiertan la simpatía admirativa de las personas que se acercan a estos lugares tan atractivos de la comarca de La Alpujarra
El municipio alpujarreño de Almegíjar y su anejo de Notáez ofrecen al viajero un mosaico tan colorista y tan dispar que le obligará a realizar ... un verdadero ejercicio de voluntad para saber con qué quedarse. Este lugar se encuentra situado en la falda meridional de Sierra Nevada. Su origen data del Neolítico, también conocido como la Edad de Piedra Nueva, con la sucesiva presencia de romanos, visigodos, árabes y cristianos. Hace tiempo se encontraron objetos del Neolítico en el término de este municipio. Esto indica una ocupación humana en esta zona desde tiempos muy antiguos. A Almegíjar se le denomina popularmente 'La Bien Plantá'. La rebelión de los moriscos supuso la expulsión de estos y la posterior repoblación con agricultores cristianos castellanos.
Almegíjar está encaramada en unas peñas, a 813 metros de altitud sobre el nivel del mar. Su iglesia consagrada al milagroso Santo Cristo de la Salud data del siglo XVI y es de estilo mudéjar. Este pueblo posee, entre otras cosas, un molino de aceite, un museo, una tahona, un salón de usos múltiples, una casa de la cultura, una residencia para mayores, la Fuente de los Siete Caños o El Tajo de la Cruz. El célebre dibujante gráfico, Francisco Martín Morales (hijo de un guardia civil y de una maestra de escuela) aunque nació en Almería por el trabajo de su padre, se crió en Almegíjar. Martín Morales (ya fallecido) es hijo adoptivo de Almegíjar y tiene un hermano fotógrafo establecido en Madrid y llamado Ricardo. Este artista de la fotografía siempre que el tiempo se lo permite viaja a Almegíjar para descansar en su casa y visitar La Alpujarra.
Las fiestas patronales de Almegíjar en honor al Santo Cristo de la Salud se celebran a mediados del mes de septiembre. Pasear por las calles de Almegíjar y Notáez y charlar sin prisas con algún lugareño es un bálsamo para los sentidos. En este lugar parece que se ha detenido el tiempo. Su término municipal se adentra por la Sierra de la Contraviesa cruzando el Río Guadalfeo.
Almegíjar desde 1902 tiene el título de villa concedido por Alfonso XIII por el aumento de la población y el desarrollo de la agricultura. Buena parte de su territorio forma parte del Sitio Histórico de La Alpujarra. Almegíjar posee cortijos y cortijadas, como, y por ejemplo, La Casería de Mercado, La Solana y La Umbría. Su plato más famoso es la fritaílla que se consume en cualquier época del año, y cuando se celebran las fiestas patronales. Muchas personas visitan Almegíjar y Notáez a pasos perdidos, sin rumbo fijo, para dejarse sorprender en cada recodo, plaza, calle, mirador o plazoleta. Desde este lugar se pueden realizar muchas rutas de corta y larga distancia por caminos y senderos centenarios.
Almegíjar linda con los términos municipales de La Taha, Busquistar, Cástaras y Torvizcón. Almegíjar y Notáez son unos pueblos muy agradables, tranquilos y recomendables que merecen la pena conocerlos. Es un municipio ideal para el encuentro, donde las ventajas del progreso no han acarreado, como en otros lugares, otros inconvenientes. La naturaleza, la cultura y la agricultura, el hombre y el arte viven en este lugar en armonía. Quien conoce Almegíjar por primera vez sueña con volver. El turista y visitante queda admirado por la belleza de su paisaje y la simpatía de sus gentes. Su alcalde se llama Óscar Ruíz Martín. La tranquilidad y el sosiego es la esencia del paisaje de este municipio de La Alpujarra.
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