El curioso recaudador de impuestos de Lanjarón que también es campesino

Francisco Luis pudo ir a la escuela con don Eduardo, don Francisco Mesa, don José Durán, don Francisco Vega (maestro y buen alcalde que fue, hermano de su suegro Antonio), doña Pura, etcétera. Después estuvo interno estudiando dos años en el Seminario Menor de Granada. Su padre tras dejar de trabajar en su vaquería, crianza de gallinas, etcétera, emigró al extranjero. Después trabajó en CAMSA en Motril. El Bachiller Superior lo realizó Francisco Luis en Hospitalet. El servicio militar lo hizo en Motril, en el Ejército del Aire.

Siempre fue ilusión de Francisco Luis de tener campo para labrar la tierra en Lanjarón. «El recuerdo del campo no se me quitó nunca: las cosechas, los frutos, los animales… Yo siempre tenía la 'morriña' de ser campesino, de siempre. Y en cuanto pude, antes de casarme, me vine a Lanjarón. Le dije a mi padre que había dejado de estudiar para trabajar la tierra. Y él me dijo que era la peor elección de mi vida. Después me casé con Chelo Vega, hija de Antonio y de Purita 'La Peluquera' y fruto de nuestra unión nacieron Paco, Chelo. Blanca y Candela», manifestó.

En 1988 entró a trabajar Francisco Luis Álvarez en el Ayuntamiento de Lanjarón, siendo alcalde el recordado Francisco Vega Morata. El primer trabajo que realizó fue ordenar la biblioteca municipal. Después desempeñó el cargo de guardia municipal. Mas adelante estuvo en el matadero municipal y después, estando José Antonio Ramos de alcalde, sustituyo al funcionario Cayetano Alonso cuando se jubiló, encargándose de la recaudación municipal. Francisco Luis es una persona que trata a todo el mundo con mucha atención y educación. Es un hombre formidable que de vez en cuando luce una poblada barba a lo Carlos Marx. En Lanjarón lo quieren mucho porque se ha hecho querer. Francisco Luis es un hombre sin doblez con un nivel intelectual altísimo. Su memoria es prodigiosa. La lectura es una de sus grandes pasiones.

Francisco Luis se siente orgulloso de su puesto de trabajo y de su finca situada en el precioso y panorámico paraje de 'Los Parrales'. La hacienda ha heredó de su padre, y este de su progenitor, Francisco, más conocido por Frasquito 'El Rerro', ya desaparecido. La finca tenía su vivienda y cuadras para animales. «En este lugar hemos tenido muchos animales: conejos, cerdos, gallinas, palomas, etcétera. En mi finca existen muchas variedades de fruta y hortalizas: melocotones, peras, cerezos, granados, manzanos, aguacates, nogales, fresas, patatas, cardos, lechugas, coles, ajos, cebollas, albahaca, diez variedades de naranjo, pomelos, caquis, pepinos, calabazas y un sin fin de cosas más. El terreno se riega con buena agua de la 'Fuente del Cura'. También tengo otras labores y cosecho aceite ecológico. La aceituna la llevo a molturar a un molino ecológico que existe en pleno campo y zona de Las Barreras de Órgiva señaló.

«Yo apuesto por cosechar productos naturales. Por ejemplo, los melocotones los embolso. Tengo alrededor de 90 plantas de melocotón de catorce variedades y todos los años pongo una media de 10.000 bolsas para que maduren en las ramas sin pasarle nada. El cortijo y la finca lo vigila 'Zarco', un mastín de trabajo español porque mi hija se empeñó en tenerlo y la verdad, es una joya, y lo queremos y cuidamos mucho. Yo cuando no trabajo en el Ayuntamiento voy a este campo y a otras fincas que tengo a trabajar y mover el cuerpo. Encima de campo de fútbol tengo un trozo de terreno con cerca de medio centenar de plantas de melocotón, entre otras cosas. También tengo 400 plantas de olivo en varios lugares. El aceite que da es superior. Algunas cosas las he heredado y otras las he comprado yo porque amo el campo como el que más. A un servidor lo que más le está gusta es ser un hortelano. También adoro la arquitectura tradicional de Lanjarón», reconoció Francisco Luis Lozano.

Francisco Luis es también un experto en vinos. «La verdad sea dicha, a mi me encanta el vino con moderación. Me gustar saber de las cosas. Leo también muchísimo. Por mis manos todos los años pasan muchos libros interesantes. Mi familia, el vino, el campo y la literatura son mis grandes pasiones. También diré que una vez me propusieron que me presentara para alcalde de Lanjarón en unas elecciones municipales pero lo consulte con la familia y me dijo que no estaba de acuerdo. Mi familia no se veía en el balcón del Ayuntamiento saludando, ni nada de eso. A mi gente no le gusta esas cosas», aseguró.