La Alpujarra llora a su sanador de animales, Antonio José 'El Rulo'

Algunos vecinos de su pueblo de Pórtugos y de Busquístar, Trevélez, Juviles, Almegíjar, Pitres, Jorairátar, Capilerilla, Mecina, Mecinilla, Fondales, Ferreirola, Pampaneira, Bubión, Capileira, Bérchules, Cádiar, Cástaras, Nieles, etcétera, reclamaron los servicios de 'El Rulo' cuando sus animales y aves enfermaban. Este sanador era un ser muy amable, sabio y generoso, altamente estimado en su tierra por que fue la salvación de muchos animales y de muchas personas sin posibles. Era un verdadero hombre de la tierra, un maestro de la medicina natural que nunca cobraba por sus curaciones. En algunos casos con solo ver Antonio José Quirantes la boca, los ojos y el pelo sabía los males que tenían los animales y como combatirlos. Muchas personas creían más en él que en los veterinarios.

'El Rulo' tan solo fue a la escuela de Pórtugos un día por que se peleó con su maestro al ver que este le había pegado a su hermano. El aprendizaje lo realizó en Órgiva con sus primos, la familia Carrascosa Salas. Antonio José empezó a trabajar en el campo a corta edad para ayudar a sus padres. Lo primero que hizo fue guardar cabras. Después se 'doctoró en la universidad' de la vida rural, Lo pasó muy mal cuando perdió a su único hermano a corta edad. Él Rulo' realizó el servicio militar en África. Pasados 15 años de lo de la mili contrajo matrimonio con María Pérez, una mujer muy guapa, muy lista y trabajadora y excelente esposa, madre de dos hijos y una hija, y abuela. 'El Rulo' también hace muchos años llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Pórtugos durante ocho años y alcalde durante tres meses.

Pero eso no es todo, 'El Rulo' para saber más realizó un curso de veterinaria mientras guardaba su ganado. En 1973 ingresó en Correos a media jornada y por eso tuvo que vender leche de sus 30 vacas y trabajar en el campo, siempre con la ayuda de su mujer, para poder sacar la casa adelante. A pesar de sus múltiples facetas nunca dejó de curar animales. A veces perdía mucho tiempo en ello pero nunca le importó. Solo paró esa actividad cuando contrajo la enfermedad de Alzheimer. Antonio José Quirantes, el hombre todo corazón, asistió a centenares de partos de vacas, curando también los tendones de muchos caballos, mulos y burros. También operó a muchas marranas de cría, cabras, ovejas, gatos, pavos o perros. Además combatió infecciones y enfermedades parasitarias con remedios naturales. 'El Rulo', ayudado por su familia, fue uno de los primeros en apostar por el cultivo de la frambuesa, la mora y el tomate cherry.

Descansa en paz amigo Antonio José. Siento mucho tu pérdida. Buenos momentos pasé a tu lado. Mi más sincero pésame a tu familia. Ayer recorriendo La Alpujarra alta me enteré de tu pérdida. Seguro que en el Cielo te habrás encontrado con muchos conocidos, entre ellos, Agustín, el que fuera alcalde de tu pueblo, la familia Valdés, Diego, el de los jamones, Frasquito el del estanco, Celedonio, tu suegro que llegó a ser capitán, los pintores Ortuño, Juan Torres y Juan Roex, entre otros. Hizo bien el Ayuntamiento de Pórtugos, presidido por el muy eficaz alcalde José Javier Vázquez Martín, en homenajearte en vida. También fuiste reconocido hace años en Carataunas por la Asociación La Cora Alpujarreña, presidida por el ilustre abogado de Ugíjar ya desaparecido, José Antonio Jiménez Tovar.