Las flechas del amor
Su espíritu permanece intacto en los karaokes y las verbenas veraniegas del país en el que reinó con música colorida y ligera
Juan Jesús García
Domingo, 28 de julio 2024, 23:25
Si ha habido una artista que ha animado muchos veranos pasados con sus canciones frescas, coloridas, divertidas, ligeras, simpáticas y de esencia ingenuamente juvenil, ha ... sido Karina. La jienense María Isabel Bárbara Llaudés, toda una superventas popularísima en la década de los sesenta y, ay, ahora triste personaje de tertulias de casquería televisivas. Pero eso sí, permanece intacta en los karaokes, donde reina por derecho. Karina fue el modelo más perfeccionado de 'chica yeyé', que ya había tenido antecedentes y coetáneas con las granadinas Gelu y Li Morante; «casi niñas, que tomaban la iniciativa en la moda y la música, saltándose a la torera algunos convencionalismos atávicos», como puntualiza el músico e historiador Julián Molero. Una auténtica 'influencer' para adolescentes medio siglo antes del término. Entre las canciones del verano que los más añosos recuerdan escuchar repetidamente sonar, por «5 pesetas dos selecciones», en las 'máquinas de discos' de los bares, chiriguitos playeros y piscinas estuvo 'Las flechas del amor'.
«Al mirar el cielo azul a Cupido descubrí / Disparaba con sus flechas pero el blanco ni le vi / Tal vez yo o tal vez tú, tal vez a ti te alcanzará / Pero ya te darás cuenta pues se clavan de verdad / Aquí está, viene ya tan feliz / Con sus flechas de amor para ti / Quizás también para mí / Sí, también para mí»
En 1968 Karina ya era una muy joven veterana, que había comenzado a grabar canciones con apenas 16 años en 1961. Para entonces ya tenía editadas una veintena de referencias entre singles y mayormente EPs, con traslaciones de temas internacionales, y su tierna carita era conocida por participar en el programa 'Escala en Hi-fi', uno de los más vistos del momento en la única televisión.
El productor Rafael Trabuchelli reorientaría su carrera como ya hizo con Miguel Ríos o Los Ángeles, empezando a rozar el éxito con una versión del trío neoyorkino The Toys, 'A lovers concerto', sobre una melodía del minueto Bach titulada aquí 'Canción para enamorados'. ¿Les suena la operación?.
Pero algo después llegó la explosión Karina, (nombre propuesto por el ínclito showman Torrebruno: 'carina', 'linda'), cuando se preparan dos canciones para estrenar el año: 'La Fiesta' y 'Las flechas del amor' en la cara B, siendo uno de los casos en los que la canción de relleno supera a la principal.
Las celebérrimas flechas son un ejercicio impecable de 'soft pop' que estuvo dos meses en el número 1 de las listas de popularidad. Una pieza curiosa, originalmente llamada 'Little Arrows' con la firma del tándem de éxito formado por Albert Hammond (sí, el padre de un miembro de los Strokes) y Michael Hazlewood. Aparece también reseñado en los créditos un tal Alfonso Alpín, que era Augusto Algueró. El disco fue editado también en ediciones especiales del coñac Fundador y de los refrescos Mirinda, con los que la difusión fue infinita, y prácticamente cada 'comediscos' (tocadiscos portátil, lo más 'in' del momento) tuvo su copia.
Aquellos años de esplendor de la intérprete jienense la llevaron con fuerza a Europa e Hispanoamérica, y hasta viajó a Osaka (con Miguel Ríos) para la Exposición Universal de 1970.
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