El jurado del apuñalamiento mortal en Motril se retira a deliberar

Según estas mismas fuentes, los miembros del tribunal popular, integrado por seis hombres y tres mujeres, se encuentran ya en la sala destinada a discutir el veredicto que existe en el Palacio de la Real Chancillería, sede de la Audiencia Provincial de Granada, donde se ha desarrollado esta semana la vista.

El jurado tendrá que determinar si la acusada, que se encuentra en situación de prisión provisional, cometió un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, o un delito de homicidio, como este miércoles sostuvo el fiscal.

La fiscalía, que inicialmente pedía a Yasmina 17 años y medio de prisión acabó rebajando su petición de condena a 15 años, al concluir que la procesada no se ensañó con Marina, pese a que la cosió a puñaladas.

En la causa hay un segundo acusado, Antonio Manuel L. M., como presunto encubridor del crimen, para quien el fiscal retiró los cargos al apreciar como eximente su discapacidad intelectual, que es del 54 por ciento.

Por contra, la acusación particular que ejerce la familia de Marina, que está representada por los abogados Jesús Huertas y Marta Maldonado, reclama para el supuesto encubridor seis meses de prisión, pues considera que su retraso mental hizo que tuviera su voluntad anulada, pero no el conocimiento de lo que estaba haciendo al ayudar a Yasmina.

Yasmina se declaró culpable de dar muerte a su novia durante la primera sesión del juicio, si bien dijo que fue tras una «discusión» y al ver a Marina con un cuchillo en la mano porque la joven estaba fregando los platos del desayuno.

Fueron múltiples las cuchilladas que le asestó; hubo «50 acometimientos» con el arma blanca, según la acusación particular. Las fuentes consultadas precisaron que los forenses indicaron que el cadáver presentaba numerosas heridas y 33 causadas con el cuchillo; una de las primeras fue letal, le alcanzó el corazón.

El cadáver de la malograda joven de Varadero, a quien sus allegados describen como «un ángel», fue hallado por la Policía en la vivienda sita en el Camino de Pataura de Motril que la pareja tenía alquilada. Estaba debajo de una cama, envuelto en ropas y atado con cuerdas. Yasmina había intentado deshacerse del cuerpo y buscó sin éxito un lugar para enterrarlo por la zona de la Gorgoracha. Finalmente, confesó lo que había hecho al día siguiente. La acusación particular le pide prisión permanente revisable.