La Junta interviene la gestión de la residencia de Maracena por falta de limpieza y personal

La Junta ha efectuado tres inspecciones en las instalaciones hasta adoptar el lunes una medida sin precedentes. Desde Granada se ha planteado a la Dirección General de Cuidados Sociosanitarios en Sevilla que se proceda a la intervención. Hasta ahora, la residencia de Maracena estaba medicalizada y contaba con la asistencia de un médico adscrito del centro de salud. Una situación en la que se encuentran otros dos centros en la provincia.

Pero en el caso del municipio del Área Metropolitana se ha dado un paso más. Por un lado, se refuerza el apoyo con otro médico, una enfermera con funciones de supervisión y se le asigna un médico internista del Virgen de las Nieves. Además, un empleado público asumirá la dirección y la coordinación de la propia residencia. Es la primera vez que se adopta una decisión de este calado en Andalucía durante el estado de alarma.

Este paso se ha dado tras el último informe, que recoge las deficiencias detectadas en las visitas. Entre otras cosas, mientras faltaba material o se usaban equipos inapropiados «por falta de homologación», había EPI suficientes en un almacén. Los técnicos de la Junta han alertado además de la falta de limpieza, sobrecarga de trabajo, falta de mantenimiento tras las tareas de desinfección de la UME, mala coordinación o deficiencia de personal. Mientras que la residencia asegura contar con 34 auxiliares, según los testimonios recabados durante la inspección, no llegan a 25.

El alcalde del municipio, Noel López (PSOE), respalda la medida adoptada por la Junta y agradece la determinación: «Hemos expuesto el problema en varias ocasiones y las familias lo van a agradecer». La residencia fue una obra cofinanciada con el Plan E que puso en marcha Zapatero tras la crisis de 2008. Salió a concurso la construcción y la gestión posterior, que recayó en una empresa especializada que cuenta con otros centros. Sin embargo, las quejas son continuas en los últimos tiempos. Un grupo de familiares ya denunciaron hace un año la falta de limpieza y de personal. Noel López adelanta que la situación a la que se ha llegado marcará un «antes y un después» y el Ayuntamiento tendrá que buscar «otra forma de gestión».