Un joven de Granada recibirá 192.000 euros por la demora en diagnosticarle un cáncer

Fue examinado de nuevo y los facultativos determinaron que sufría una inflamación de los ganglios cervicales, pero no acertaron. Hubo un tercer diagnóstico que tampoco fue certero y el chaval empeoraba.

Por fin, el 13 de mayo, más de un mes después de que el chico empezara a sentirse mal, los médicos concluyeron que tenía un linfoma de Burkitt, un cáncer que le afectaba al sistema nervioso central.

«Probablemente», el retraso en la diagnosis «motivó que, por aprisionamiento del nervio óptico, que se produjera pérdida de visión», ha concluido ahora el Consejo Consultivo de Andalucía, que, en consecuencia, fija una indemnización de 192.000 para resarcir al damnificado, que, por fortuna, se recuperó completamente del tumor maligno, aunque no de las secuelas de una atención presumiblemente tardía. La cantidad que había solicitado el afectado en un principio superaba los 600.000 euro.

En su dictamen, el Consultivo, cuya sede está en Granada, no establece con absoluta seguridad que la demora en el diagnóstico fue la causa de la pérdida de visión del paciente, pero puntualiza que la dilación impidió que el chico recibiera un tratamiento que podría haber minimizado las secuelas. «Como se desprende del informe del servicio de Oftalmología: 'Es razonable pensar que ante el edema de papila que se descubrió el día 9, si se hubiera evidenciado la masa tumoral en la TC (tomografía computerizada) del mismo día o, por lo menos, alguna sospecha que hubiera llevado a la realización de mas pruebas de imagen, el tratamiento antiedema precoz podría haber reducido el daño por compresión ya que está comprobado el efecto beneficioso de los corticoides en los linfomas orbitarios. También se habría adelantado en unos días el tratamiento citostático que hubiera reducido más precozmente la masa tumoral'», reproduce el Consultivo la base de su decisión.