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Postales tiradas junto a los contenedores de basura. J. E. C.
La postal de resurrección de Quique y Teresita

De Graná

La postal de resurrección de Quique y Teresita

Qué puede haber más valioso que aquello que alguien que te quería te escribió desde la otra punta del mundo, sentado en los escalones de una catedral ajena, intentando trasladarte que se acuerda de ti sin necesidad de un selfie o una mención en Instagram

Lunes, 21 de abril 2025, 00:10

Fui a sacar la basura, tan resucitado como el que más. Los contenedores están detrás del edificio, en una de esas calles que pasan desapercibidas ... hasta para los gatos. Los cubos parecen las rocas del rompeolas de una isla pirata, la orilla donde van a parar tesoros que olvidaron su nombre. Peluches y cocinas de juguete, lienzos desheredados, toneladas de libros y apuntes del colegio… Cosas a las que da pena llamar basura. Suelo imaginar a sus dueños, aceptando la muerte del objeto y afrontando el duelo: «¿Por qué seguimos guardando esto? Hay que tirarlo, dejar espacio para lo nuevo: resucitar». A mí no me gusta tirar nada, aunque a veces lo tenga que hacer. Prefiero saber que en una vieja carpeta negra siguen los bocetos que archivé hace veinte años, o que en el segundo cajón de la cómoda están los dibujos que me regalaron los niños, cerca de los dientes que me encargó guardar el Ratoncito Pérez.

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